09.06.2018 Views

Una breve historia de casi todo

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

colaborando no se habían molestado siquiera en comunicarnos los nuevos<br />

resultados.<br />

-¿Por qué?<br />

-¿Quién sabe? respondió, encogiéndose <strong>de</strong> hombros. De <strong>todo</strong>s modos, era un indicio<br />

bastante claro <strong>de</strong> lo poco atractiva que pue<strong>de</strong> llegar a ser la ciencia cuando trabajas<br />

a un cierto nivel.<br />

La búsqueda se trasladó a otros lugares. En 1990 uno <strong>de</strong> los investigadores, Alan<br />

Hil<strong>de</strong>brand <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Arizona, se encontró por casualidad con un<br />

periodista <strong>de</strong>l Houston Chronicle que se había enterado que había una formación<br />

anular gran<strong>de</strong> e inexplicable, <strong>de</strong> 193 kilómetros <strong>de</strong> anchura y 48 <strong>de</strong> profundidad,<br />

<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la península <strong>de</strong> Yucatán, en Chicxulub (México), cerca <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong><br />

Progreso, unos 950 kilómetros al sur <strong>de</strong> Nueva Orleáns. Había sido Pemex, la<br />

empresa petrolera mexicana, quien había encontrado la formación en 1952<br />

(precisamente el año en que Gene Shoemaker había visitado por primera vez el<br />

Cráter <strong>de</strong>l Meteorito <strong>de</strong> Arizona), pero los geólogos <strong>de</strong> la empresa habían llegado a<br />

la conclusión que se trataba <strong>de</strong> un fenómeno volcánico, <strong>de</strong> acuerdo con los criterios<br />

<strong>de</strong> la época. Hil<strong>de</strong>brand fue hasta allí y llegó enseguida a la conclusión que había<br />

encontrado el cráter. A principios <strong>de</strong> 1991, se había <strong>de</strong>mostrado a satisfacción <strong>de</strong><br />

<strong>casi</strong> <strong>todo</strong>s que Chicxulub era el lugar <strong>de</strong>l impacto.<br />

Aun así, mucha gente no entendía bien lo que podía hacer un impacto. Como<br />

explicaba Stephen Jay Gould en un artículo: «Recuerdo que albergaba algunas<br />

fuertes dudas iniciales sobre la eficacia <strong>de</strong> un acontecimiento <strong>de</strong> ese tipo... ¿por qué<br />

un objeto <strong>de</strong> unos diez kilómetros <strong>de</strong> anchura habría <strong>de</strong> causar un <strong>de</strong>sastre tan<br />

gran<strong>de</strong> en un planeta con un diámetro <strong>de</strong> <strong>casi</strong> trece mil?».<br />

Poco <strong>de</strong>spués surgió oportunamente una prueba natural <strong>de</strong> la teoría cuando los<br />

Shoemaker y Levy <strong>de</strong>scubrieron el cometa Shoemaker-Levy 9, y se dieron cuenta<br />

que se dirigía a Júpiter. Los seres humanos podrían presenciar por primera vez una<br />

colisión cósmica... y presenciarla muy bien gracias al nuevo Telescopio Espacial<br />

Hubble. Casi <strong>todo</strong>s los astrónomos esperaban poco, según Curtis Peebles. Sobre<br />

<strong>todo</strong> porque el cometa no era una esfera compacta sino una sarta <strong>de</strong> fragmentos.<br />

«Tengo la impresión que Júpiter se tragará esos cometas sin soltar un eructo»,<br />

escribía uno. <strong>Una</strong> semana antes <strong>de</strong> la colisión, Nature publicó el artículo «Se acerca

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!