09.06.2018 Views

Una breve historia de casi todo

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Darwin en relación con el <strong>de</strong>sarrollo humano, y el asunto se convirtió enseguida en<br />

tema <strong>de</strong> conversación.<br />

El enfrentamiento se produjo el sábado 30 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1860 en una reunión <strong>de</strong> la<br />

Asociación Británica para el Progreso <strong>de</strong> la Ciencia en Oxford. Robert Chambers,<br />

autor <strong>de</strong> Vestige of The Natural History of Creation, había instado a asistir a Huxley;<br />

que <strong>de</strong>sconocía la relación <strong>de</strong> Chambers con ese libro polémico. Darwin no asistió,<br />

como siempre. La reunión se celebró en el Museo Zoológico <strong>de</strong> Oxford. Se<br />

apretujaron en el recinto más <strong>de</strong> mil personas; hubo que negar el acceso a<br />

centenares <strong>de</strong> personas más. La gente sabía que iba a suce<strong>de</strong>r algo importante,<br />

aunque tuvieran que esperar antes a que un soporífero orador llamado John William<br />

Draper, <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Nueva York, <strong>de</strong>dicase valerosamente dos horas a<br />

exponer con escasa habilidad unos comentarios introductorios sobre «El <strong>de</strong>sarrollo<br />

intelectual <strong>de</strong> Europa, consi<strong>de</strong>rado en relación con las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>l señor Darwin».<br />

Finalmente, pidió la palabra el obispo <strong>de</strong> Oxford, Samuel Wilberforce. Había sido<br />

informado (o así suele suponerse) por el ardiente antidarwiniano Richard Owen, que<br />

había estado en su casa la noche anterior; como <strong>casi</strong> siempre ocurre con<br />

acontecimientos que acaban en un alboroto, las versiones <strong>de</strong> qué fue exactamente<br />

lo que sucedió varían en extremo. Según la versión más popular, Wilberforce,<br />

cuando estaba en plena disertación, se volvió a Huxley con una tensa sonrisa y le<br />

preguntó si se consi<strong>de</strong>raba vinculado a los monos a través <strong>de</strong> su abuelo o <strong>de</strong> su<br />

abuela. El comentario pretendía ser, sin duda, una ocurrencia graciosa, pero se<br />

interpretó como un gélido reto. Huxley según su propia versión, se volvió a la<br />

persona que estaba a su lado y murmuró: «El Señor le ha puesto en mis manos»,<br />

luego se levantó con visible alegría.<br />

Otros, sin embargo, recordaban a Huxley temblando <strong>de</strong> cólera e indignación. Lo<br />

cierto es que proclamó que prefería <strong>de</strong>clararse pariente <strong>de</strong> un mono antes que <strong>de</strong><br />

alguien que utilizaba su posición eminente para <strong>de</strong>cir insensateces, que revelaban<br />

una profunda falta <strong>de</strong> información en lo que se suponía que era un foro científico<br />

serio. Semejante respuesta era una impertinencia escandalosa, así como una falta<br />

<strong>de</strong> respeto al cargo que ostentaba Wilberforce, y el acto se convirtió<br />

inmediatamente en un tumulto. <strong>Una</strong> tal lady Brewster se <strong>de</strong>smayó. Robert FitzRoy,<br />

el compañero <strong>de</strong> Darwin en el Beagle <strong>de</strong> veinticinco años atrás, vagaba por el salón

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!