2 Situación del ciclismo en las ciudades participantes – status quo

Metas para Dublín (Una Plataforma para el Cambio)
• Estabilizar el tráfi co de automóviles en las horas pico a niveles de 1997 hasta 2016 (mientras que se proyecta en
95% el crecimiento del tráfi co total en las horas pico)
• Aumentar el uso de la bicicleta para los desplazamientos hasta 6 kilómetros del 5% en 1997 para 30% en 2016.
3.3 Planifi cación del uso del suelo y planifi cación urbana: ofreciendo desplazamientos cortos
para ciclistas
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Introducción y objetivos planifi cación del uso del suelo
Uso del suelo es el término utilizado para las funciones de áreas de terrenos y la intensidad
de tales funciones. Las funciones pueden ser residenciales, comerciales, de empleo, de
recreación, medioambiental, agrícolas , etc. En las ciudades las principales funciones son
residenciales(donde las personas viven), empleo (donde las personas trabajan) y comerciales
(donde hacen sus compras y pasean). La intensidad del uso del suelo puede ser defi nida como la
cantidad de habitantes o empleados por hectárea o kilómetro cuadrado, o para uso comercial del
suelo: la cantidad de tiendas, restaurantes, bares, etc. por hectárea, o la cantidad de visitantes.
El uso del suelo determina, en gran medida, el tránsito y transporte en una ciudad, ya que la
gente hace los desplazamientos para llegar al local de trabajo, para *visitar amigos o para ir a una
tienda. La distancia entre estas funciones determina por lo tanto cuán lejos tienen las personas
que viajar e infl uencia su preferencia modal.
Si su trabajo está al otro lado de la calle Ud. va a caminar hacia el trabajo, si está a 5 Km. quizá
irá en bicicleta, pero si uno tiene que cubrir 15 kilómetros o más Ud. casi ciertamente se decida
por usar su coche o el transporte público.
Pero esta relación entre uso del suelo y movilidad es una relación en doble vía, puesto que la
mayor parte de las ciudades han sido planifi cadas para el más común modo de transporte en la
época como se pormenoriza en la prójima sección.
Es relativamente nueva la concienciación de que la planifi cación del uso del suelo puede y debe
desempeñar un papel mayor en políticas que objetiven a solucionar los problemas de tránsito
urbano y promover la marcha a pie, ciclismo y transporte público. Una política de transporte
verdaderamente integral no se la hace sin prestar la debida atención a la planifi cación del uso del
suelo.
La primera cuestión por hacer es sobre cuáles deben ser los objetivos de planifi cación del uso del
suelo.
Abajo resumimos en una lista los posibles objetivos.
La planifi cación para el uso del suelo debe tener los siguientes objetivos relacionados con transporte:
• reducir el tránsito al reducir las distancias de desplazamiento – aproximando los puntos de partida y puntos
de destino
• reducir el transporte motorizado aumentando los desplazamiento por marcha a pie y en bicicleta al reducir
las distancias de desplazamiento
• Reducir el tránsito combinando funciones en un local
• Disponiendo un ambiente apropiado y atractivo para el ciclismo y la marcha a pie
• Aumentar las áreas de captación del transporte público
¿Cómo se pueden lograr estos objetivos? Por el hecho de ser la función e intensidad del uso del
suelo los dos parámetros que determinan el uso del suelo, son también las palabras de orden
cuando se desarrolla un plan de uso del suelo.
Sobre la Densidad
Como se describirá en la sección 2.4, en distintos países y a través de diferentes fases de la
historia hay y siempre hubo diferentes actitudes hacia la densidad urbana. En una escala global
muy, se puede encontrar elevadas densidades de más de 300 habitantes por hectárea en ciudades
asiáticas como Hong Kong al paso que en ciudades norteamericanas como Kansas-City por
ejemplo, las densidades pueden ser tan bajas como de 10 o 15 habitantes por hectárea. Puesto
que densidades bajas denotan un extenso uso del suelo, las ciudades de baja densidad cubre
áreas de terrenos mucho mayores que las ciudades de alta densidad y son, por consiguiente,
menos adecuadas para ciclistas y peatones. Ya que los coches necesitan de mucho espacio y el
transporte público necesita de mucha gente viviendo o trabajando próximo a una estación, las
ciudades con densidades bajas tienen elevado uso de automóvil y reducido uso del transporte
público, al paso que ciudades con elevadas densidades- tienen más bajo uso de automóvil y uso
más elevado del transporte público.