Carta de apertura El rol de IDEA Qpor Ignacio Stegmann uiero comenzar estas líneas agradeciéndoles a los socios y al directorio de IDEA el honor que me han conferido al designarme como presidente de esta gran institución. En todos mis años de desempeño en la actividad empresarial he aprendido a valorarla, respetarla y quererla; y sin duda dirigirla es una responsabilidad que llevaré adelante con todo mi corazón. Creo importante que en estos momentos de nuestro país y especialmente ante las próximas elecciones de autoridades nacionales, los empresarios entendamos nuestro rol en la sociedad y actuemos en consecuencia. Para desarrollarse plenamente, una sociedad necesita que el empresariado genere trabajo, invierta, innove y provea recursos económicos para que el Estado pueda llevar adelante sus responsabilidades primordiales. Si entendemos este punto como de vital importancia, debemos concluir que el empresariado no solo tiene el derecho de interactuar con los demás actores de la sociedad y expresar su visión sobre cuáles son las políticas correctas para nuestro país, sino que tiene el deber de hacerlo y el resto de la sociedad necesita que lo haga. Para poder expresar estas ideas a la sociedad en forma clara y directa, el empresariado necesita articularse, discutir y acordar elementos en común. De esta forma, su mensaje podrá ser consistente y ayudará efectivamente a crear las condiciones para la inversión, el crecimiento y la generación de empleos. Es por eso que en los últimos años, a su trabajo de siempre en el área de educación y formación ejecutiva, a la actividad desarrollada por las Divisiones y al contenido elaborado en los distintos encuentros que genera IDEA, se ha sumado con mayor fuerza el esfuerzo en incidir en la agenda social en las temáticas que hacen al desarrollo empresario. Esta dirección debe ser reforzada en estos momentos. Hacemos esto primeramente desde los valores de nuestra institución explicitados en nuestro estatuto: 1) Los ideales republicanos y el pluralismo de ideas, 2) La independencia de criterio, 3) El comportamiento ético, 4) El respeto por las personas y su necesidad de participación y autorrealización y 5) La calidad y eficiencia, así como la anticipación en la satisfacción de los cambiantes requerimientos de las empresas. También lo hacemos desde el convencimiento de que nuestro querido país será mejor para sus habitantes si generamos más empleo privado formal, más inversión y más crecimiento económico. Entendemos que, para que nuestra voz tenga fuerza, es necesario que nuestra institución no se exprese sola. Es con ese entendimiento que, desde un primer momento, hemos liderado y apoyado la formación del Foro de Convergencia Empresarial. Este Foro comenzó su existencia hace poco menos de dos años y hoy ya cuenta con la participación de más de 60 entidades empresarias, profesionales y de la sociedad civil . Durante este proceso hemos aprendido a escucharnos entre las distintas instituciones y, a partir de allí, acordar las propuestas concretas que hemos presentado para que la Argentina crezca sostenidamente en los años por venir. Hemos emitido tres documentos en los cuales expresamos la importancia que tienen en esta hora la convergencia, las políticas públicas que consideramos necesarias para el país y finalmente cual es el rol del Estado que proponemos para nuestra República. Este no es un momento más para la Argentina. Es un momento de cambio que requiere que escuchemos con el espíritu abierto a los demás, pero que también dejemos oír nuestra voz sobre lo que es necesario hacer. Con este espíritu presente es que llevaremos adelante nuestras actividades, nuestro trabajo en la Escuela de Negocios, Divisiones, Encuentros y Coloquios. Cordiales saludos, Ignacio José Stegmann Presidente de IDEA 6 • mayo-junio de 2015
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