nada por el uso de los equipos en forma inadecuada, lo cual puede causar daños a terceros o a instalaciones”, dice Ojea. Para Delbuono otra barrera fundamental, además de la falta de legislación, es el desconocimiento. A su vez, el director creativo de Flydream cree que todavía se está lejos de realizar envíos con drones. “Factores como autonomía de vuelos, obstáculos, clima, pájaros y posibles accidentes hacen pensar que esto realmente hoy es imposible de lograr”, señala. Y añade que la barrera tecnológica más importante para sortear son las baterías. “Los equipos que se utilizan para filmar, por ejemplo, no tienen más de quince minutos de autonomía”, asegura. De todas formas, las investigaciones con estas aeronaves siguen avanzando. Muchas universidades del mundo, como la del Estado de Kansas, ven a esta herramienta como un aliado para muchos casos. Lo mismo opina Farrell: “Los drones pueden reducir los costos de mano de obra y de combustible para obtener datos muy precisos que no seríamos capaces de reunir pasando por el campo. Por ejemplo, están trabajando en mejoramiento de cultivos”, destaca el investigador del INTA. También esta herramienta es utilizada Mauricio Farrell (INTA): “Los mismos sistemas que se utilizan en agricultura son también aplicables en biología, ciencias forestales, investigación ambiental, vigilancia e inspección de infraestructuras”. para contar el ganado, controlando el nivel de agua en el estanque, o determinar si las algas azul-verde que pueden matar el ganado están presentes. “Estos trabajos, que antes demoraban horas o, incluso días, se reducen a minutos gracias a estas nuevas tecnologías”, explica. Sin duda, los drones van a revolucionar la forma en la cual vivimos, de la misma manera que lo hicieron los teléfonos celulares. “Es difícil de predecir lo que pasará ya que lo imaginamos en el presente, pero es seguro que los drones serán herramientas de uso cotidiano para todos nosotros en el futuro”, vaticina Delbuono. Cintia Perazo Anécdotas de robots voladores Cuando comienzan a utilizarse nuevas tecnologías siempre habrá historias que contar y recuerdos que sorprenderán o harán sonreír a quien las escuche. “Probando la trasmisión de Wi-Fi en una cámara, un equipo se fue volando sin rumbo. Pensamos que lo habíamos perdido porque no había posibilidad de seguirlo. A los 15 minutos el equipo volvió solo y se detuvo a 50 metros de altura, en el mismo lugar de donde salió. Por suerte, lo habíamos programado para volver al origen si superaba una distancia determinada. Pero esa función no la habíamos probado antes ya que era nuevo y estábamos calibrando otras funciones. Eso nos permitió tener más confianza sobre los equipos y aprender que no se pueden volar sin el ajuste de todos los elementos de seguridad que tienen”, recuerda Leopoldo Ojea de NATD. “En enero del 2013 hicimos varios vuelos en el norte de nuestro país. Una tarde, realizando tomas en Cafayate, a unos cien metros de altura, sobrevolamos la plaza central de la ciudad desde una distancia de casi 300 metros. El dron tiene cuatro luces, dos verdes que parpadean y dos rojas estáticas. Al descender el equipo y al iniciar el desarme del mismo llegó un hombre agitado, con su hijo de 6 años. Venían siguiendo el dron. Estaba convencido de que era un OVNI y su hijo le pidió que lo siguieran para que no se escape. ‘Aquí estamos acostumbrados a cosas raras’, nos repetía este lugareño”, cuenta Adrián Chiste, fundador y director creativo de Flydream. “Nos sorprenden las consultas que nos llegan. Un hombre nos quería contratar para que las aeronaves siguieran a su mujer cuando salía de su casa en auto”, revela Mariano Delbuono, del Estudio G&D. 76 • mayo-junio de 2015
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