Compilación de temas de derecho procesal para estudiantes de ...

principios del procedimiento se traducen en reglas conformadoras de los procesos
en concreto, de modo que no atienden a la esencia misma del proceso sino al modo
de desarrollarlo en un derecho positivo concreto.
3. Los principios comunes a todos los procesos. Una visión desde el
enjuiciamiento penal.
Atendiendo al propósito de este trabajo −que no aspira a otra cosa que no sea la de
constituir un material de apoyo para el estudio de la asignatura Derecho Procesal
General−; sólo se ofrecerá una explicación esencial, desde la óptica del
enjuiciamiento penal, de aquellos principios que, según la concepción unitaria,
resultan comunes a todos los tipos procesales en tanto provocan que una
determinada actividad sea proceso y no otra cosa. 8
3.1. Dualidad de posiciones.
La noción del proceso, su esquema esencial, exige la existencia de partes que
ocupan posiciones contrapuestas. En el caso de la relación procesal penal se habla
de acusador, que es quien ejercita la acción penal; y de acusado, que es aquel
contra el que se dirige la acusación por la presunta comisión de un hecho delictivo.
A diferencia de lo que ocurre en el proceso civil, en el que la legitimación para
ocupar los roles de actor y demandado viene determinada por la posición que cada
uno de estos sujetos ocupe en la relación jurídica de derecho material que subyace;
vale aclarar que en el proceso penal no ocurre lo mismo porque no existe una
relación jurídica material penal entre los sujetos implicados en un hecho delictivo.
Como resultado del la ideas revolucionarias del siglo XVIII se reconoció que la
persecución de los delitos no podía abandonarse en manos de los particulares por
tratarse de una cuestión que afecta los intereses sociales. En ese contexto surge el
sistema de enjuiciar denominado mixto o acusatorio formal, cuya esencia está
signada por la expropiación de la reacción jurídica a la víctimas del delito por parte
del Estado; apareciendo entonces la persecución penal como institución y el
Ministerio Público como órgano estatal encargado del ejercicio de la acción penal en
régimen de monopolio. 9 De modo que la víctima no ostenta un derecho subjetivo a
que al autor del delito se le imponga una pena. El ius puniendi se ha asumido con
exclusividad por el Estado (órganos jurisdiccionales) y los particulares no tienen
derechos subjetivos de contenido penal, 10 sino exclusivos derechos patrimoniales en
la medida en que el delito haya ocasionado una lesión de esta naturaleza.
La regla general es que de la voluntad del ofendido no pueden depender ni la
persecución del delito ni la extinción de la responsabilidad penal. Sin embargo se
reconocen algunas excepciones a este principio en razón de la escasa
trascendencia social de algunos hechos delictivos y de los niveles de disponibilidad
8 Apud. MONTERO AROCA, Juan, et. al; Derecho Jurisdiccional III. Proceso Penal, Editorial Tirant lo
Blanch, Valencia, 2001, p. 13.
9
BERTOT YERO, María C. y Dayan G. LÓPEZ ROJAS; “Otra mirada en torno a la correlación penal”. En:
Revista Justicia y Derecho No. 14, Año 2010, p. 73.
10
Cfr. MONTERO AROCA, Juan, et. al; Derecho Jurisdiccional III. Proceso Penal…cit., p. 12.
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