Compilación de temas de derecho procesal para estudiantes de ...

la constitución de la relación jurídico-procesal, pues impide que se trabe la litis, la
especialidad de esta excepción a que se ha aludido va también dirigida a que
apreciada y acogida, mata la litis al impedir, contra toda estimativa, un nuevo
pronunciamiento procesal sobre lo ya discutido en proceso precedente en el que
existe resolución firme.
Y nuevamente se ocupa de esta excepción especial el ordenamiento procesal civil
cubano, al enumerar los motivos o causales por los que procede el recurso de
casación por infracción de ley o doctrina legal, cuando en el ordinal tercero del
artículo seiscientos treinta de la Ley de Procedimiento Civil, Administrativo, Laboral
y de lo Económico se establece: “que el fallo sea contrario a la cosa juzgada o haya
desestimado la litis pendencia, alegadas como excepciones en el proceso” 114
Por lo que para que proceda la casación por este motivo no basta que el fallo
contraríe la cosa juzgada, sino que es indispensable, como requisito sine qua nom,
que se haya alegado oportunamente como excepción.
Vista la cosa juzgada como la máxima preclusión, no puede soslayarse su estrecha
vinculación con la preclusión en tanto que principio cardinal de los procesos.
En la preclusión si no se realiza el concreto acto procesal dentro del plazo
concedido, vencido éste, no puede realizarse ya el acto, se pasa al que sigue., o
sea, hay muerte, imposibilidad de volver atrás, perención, extinción de un momento
o de un acto procesal ya verificado.
En este principio de preclusión las diversas etapas del proceso se desarrollan en
forma sucesiva, mediante la clausura definitiva de cada una de ellas, impidiéndose
el regreso a etapas y momentos procesales ya extinguidos y consumados.
Preclusión es lo contrario de desenvolvimiento libre y discrecional.
El principio de Preclusión, en las fases del proceso romano- clásico apareció como
una especie de amenaza jurídica: las defensas debían oponerse todas juntas bajo
pena de preclusión.
La idea de que la preclusión no era una prescripción sino una caducidad quedó bien
clara para los autores de derecho civil y procesal civil en el siglo XIX.
Por lo que, transcurrida la oportunidad procesal correspondiente, la etapa del juicio
se clausuraba y se pasaba a la subsiguiente, tal y como si una especie de
compuerta se cerrara tras los actos impidiendo su regreso a etapas o estadías
concluidos anteriormente (se trata de la teoría de los compartimentos estancos
abordada por el insigne procesalista español Don Manuel De la Plaza), cuya
representación gráfica nos lleva a imaginar el cierre de la esclusas de un canal, que
impide el regreso hacia atrás de las embarcaciones que por él transitan.
2.- Cosa juzgada y proceso de familia. Su relativización.
Desde otra arista habrá que referirse a la cosa juzgada como efecto esencial de las
sentencias firmes dictadas en los procesos especiales de familia, porque si bien
114 ART. 630-3 LEY DE PROCEDIMIENTO CIVIL, ADMINISTRATIVO, LABORAL Y DE LO ECONÓMICO DE LA
REPÚBLICA DE CUBA.
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