Compilación de temas de derecho procesal para estudiantes de ...

de los alegatos como la española, este se deduce de sus preceptos claramente, sin
diferencia alguna con aquella Ley.
El legislador le concede tanta importancia al informe final, que afirma en el
artículo 357 de la LPP: “El Tribunal, apreciando según su conciencia las pruebas
practicadas en el juicio, las razones expuestas por la acusación y la defensa y lo
manifestado por los acusados, dictará sentencia dentro del término fijado en esta
Ley”.
No pueden olvidar el Fiscal o el Defensor, que las razones que aducen, serán
examinadas cuidadosamente por los Jueces. La fuerza del grado de la sinceridad de
sus palabras y el exacto apoyo de las mismas en la prueba recibida en el acto del
juicio oral, contribuirán a reforzar su crédito o descrédito ante el Tribunal; y si es su
inicial presentación –en términos absolutos o ante ese específico órgano– no tienen
ocasión para una segunda primera oportunidad. Se ha de pensar en el caso actual,
sin desconocer los futuros. No se acusa o defiende saboteando el proceso, ni
obstaculizándolo, ni falseando el material probatorio; menos mintiendo. La impresión que
usted cause al Tribunal, es muy importante para el pensamiento de los Jueces –
realidad ineluctable-. Es habitual que los Fiscales y Abogados actúen en un
determinado círculo de Tribunales, ante jueces que lo conocen, lo escucharon ayer,
hoy, y escucharán mañana. El juez los coloca en la cima o en la sima. El proceder
honesto y ético, es decisivo.
Los informes forenses han de ser respetuosos para con todos los presentes e
instituciones públicas –es la regla-, pero en extremo lo serán respecto al Tribunal.
En ocasiones, es preferible decir que la tesis que sostenemos, disiente –es
contraria, opuesta, diferente-, antes que afirmar categóricamente que el exponente
se ha equivocado, aún cuando el error resulte evidente. Aludamos a falta de
profesionalidad de un policía y no del cuerpo de la Policía. Si fuera necesario –pues
no queda otro remedio para el éxito de nuestra pretensión-, refutar una actuación
del Tribunal, esta deberá hacerse con extrema delicadeza, pudiendo emplearse las
frases: ”… con el debido respeto al Tribunal y en mérito a la función que la Ley
impone al Fiscal…”; o .”… con el debido respeto al Tribunal y en términos de
defensa…”. Siempre se han de evitar frases irónicas.
En la exposición resulta recomendable el empleo de un lenguaje correcto, claro y
preciso; la severidad de los argumentos no debe impedir que estos sean
comprensibles para el común de los presentes (el Tribunal está integrado por
Jueces profesionales y legos). Usar solo aquellos vocablos de los que no tengamos
dudas; y si esta existe, sustituirlos por otros de los que estemos seguros. Hay
palabras utilizadas incorrectamente, que se difunden con una rapidez increíble, por
ejemplo: “certifico” por certificado; es común escuchar, “presento, o acompaño un
certifico”.
Asimismo, debe evitarse el exceso de frases en latín, sobre todo las poco
conocidas, no lo es in dubio pro reo (“tema probatorio”), sí ius naturale, quod natura
omnia animalia docuit (“legítima defensa”); así como las de otro idioma. Los Jueces
no tienen por qué dominar el latín o conocer lengua distinta; no debemos hacer que
el Tribunal se sienta inferior con un injustificado alarde de erudición; o ridiculizarnos
nosotros mismos, ante conocedores de esas materias, al emplear una
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