12.05.2013 Views

Memorias De Una Pulga - AMPA Severí Torres

Memorias De Una Pulga - AMPA Severí Torres

Memorias De Una Pulga - AMPA Severí Torres

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Memorias</strong> <strong>De</strong> <strong>Una</strong> <strong>Pulga</strong><br />

Bella no leía en la mirada de los nuevos intrusos más que deseo rabioso, en tanto que<br />

la impasibilidad de Ambrosio la hacía perder cualquier esperanza de que el mismo fuera a<br />

ofrecer la menor resistencia.<br />

Entre los dos hombres la tenían emparedada, y en tanto que el que habló primero<br />

deslizaba su mano hasta su rosada vulva, el otro no perdió tiempo en posesionarse de los<br />

redondeados cachetes de sus nalgas.<br />

Entrambos, a Bella le era imposible resistir.<br />

—Aguardad un momento —dijo al cabo Ambrosio—. Sí tenéis prisa por poseerla<br />

cuando menos desnudadla sin estropear su vestimenta, como al parecer pretendéis hacerlo.<br />

—<strong>De</strong>snúdate, Bella —siguió diciendo—. Según parece, todos tenemos que<br />

compartirte, de manera que disponte a ser instrumento voluntario de nuestros deseos<br />

comunes. En nuestro convento se encuentran otros cofrades no menos exigentes que yo, y<br />

tu tarea no será en modo alguno una sinecura, así que será mejor que recuerdes en todo<br />

momento los privilegios que estás destinada a cumplir, y te dispongas a aliviar a estos<br />

santos varones de los apremiantes deseos que ahora ya sabes cómo suavizar.<br />

Así planteado el asunto, no quedaba alternativa.<br />

Bella quedó de píe, desnuda ante los tres vigorosos sacerdotes, y levantó un<br />

murmullo general de admiración cuando en aquel estado se adelantó hacía ellos.<br />

Tan pronto como el que había llevado la voz cantante de los recién llegados —el<br />

cual, evidentemente, parecía ser el Superior de los tres— advirtió la hermosa desnudez que<br />

estaba ante su ardiente mirada, sin dudarlo un instante abrió su sotana para poner en<br />

libertad un largo y anchuroso miembro, tomó en sus brazos a la muchacha, la puso de<br />

espaldas sobre el gran cofre acojinado, brincó sobre ella, se colocó entre sus lindos muslos,<br />

y apuntando rápidamente la cabeza de su rabioso campeón hacia el suave orificio de ella,<br />

empujó hacia adelante para hundirlo por completo hasta los testículos.<br />

Bella dejó escapar un pequeño grito de éxtasis al sentirse empalada por aquella nueva<br />

y poderosa arma.<br />

Para el hombre la posesión entera de la hermosa muchacha suponía un momento<br />

extático, y la sensación de que su erecto pene estaba totalmente enterrado en el cuerpo de<br />

ella le producía una emoción inefable. No creyó poder penetrar tan rápidamente en sus<br />

jóvenes partes, pues no había tomado en cuenta la lubricación producida por el flujo de<br />

semen que ya había recibido.<br />

El Superior, no obstante, no le dio oportunidad de reflexionar, pues dióse a atacar con<br />

tanta energía, que sus poderosas embestidas desde largo produjeron pleno efecto en su<br />

cálido temperamento, y provocaron casi de inmediato la dulce emisión.<br />

Esto fue demasiado para el disoluto sacerdote. Ya firmemente encajado en la estrecha<br />

hendidura, que te quedaba tan ajustada como un guante, tan luego como sintió la cálida<br />

emisión dejó escapar un fuerte gruñido y descargó con furia.<br />

Página 31 de 113

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!