Gustavo Daniel Perednik - Universidad ORT Uruguay
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Mendelssohn y el Iluminismo - Capítulo X-<br />
como eje la destrucción de la tercera parte de la judería mundial.<br />
Con todo, esa posible síntesis se queda corta, ya que en el rechazo<br />
de Mendelssohn hay dos argumentos más muy elocuentes. Uno,<br />
el de que los judíos, debido a su prolongada servidumbre, no serían<br />
capaces del espíritu de libertad que requería la empresa. Otro,<br />
que el proyecto demandaría una vasta fortuna y los judíos eran<br />
mayormente pobres. Un siglo después, veremos como Teodoro<br />
Herzl coincidió en que los judíos no contaban con las riquezas<br />
necesarias como para llevar a cabo la empresa, y propuso la<br />
creación de la Compañía Judía, «encargada de la liquidación de<br />
las pertenencias de los judíos emigrantes y de la organización de<br />
la vida económica en el nuevo país». En suma, había un obstáculo<br />
económico, que imponía la mentada solución de una especie de<br />
banco del pueblo judío, y un escollo político, que se traduciría en<br />
una guerra no deseada. Ambos reparos de Mendelssohn probaron<br />
ser ciertos, y de algún modo el Estado de Israel fue moldeado por<br />
sus necesidades de defensa militar y ayuda exterior.<br />
Lo que permanece en el terreno de la especulación es el tercer<br />
punto: Mendelssohn consideraba que la empresa sionista estaría<br />
indisolublemente ligada al espíritu de libertad que animara a los<br />
judíos. Quizá también Herzl alude a este aspecto cuando con<br />
optimismo, al final de su obra El Estado Judío (1895) anuncia que<br />
«el mundo se liberta con nuestra libertad, se enriquece con nuestra<br />
riqueza y se engrandece con nuestra grandeza». Se necesitaba de<br />
capacidad para hacer la guerra, y de recursos económicos, pero la<br />
columna central en la que se apoyaría el Estado hebreo era su<br />
innegociable vocación de libertad. Es posible rechazar la condición<br />
de sionista de Mendelssohn, ya que, aunque colaboró en llevar al<br />
judío hacia la modernidad, la inmadurez de las condiciones<br />
históricas en las que vivió, le impidió la realización concreta de<br />
ninguna de las ideas que planteara en relación con el sionismo.<br />
Así, Jacob Katz no considera que haya sionismo hasta tanto la<br />
idea no fuera traducida en fuerza social. Por ello, la mayor parte<br />
de los estudiosos establece el siglo XIX como catapulta, y ningún<br />
momento previo. A este siglo dedicaremos los dos próximos<br />
capítulos.<br />
Concluyamos aquí que Mendelssohn fue un ardiente defensor del<br />
otorgamiento de derechos civiles para los judíos, y por ello fue tal<br />
vez - más que del sionismo-, padre de la modernidad judía. Pero<br />
no sólo ésta supo reconocer su contribución; aun en la ortodoxia<br />
clásica Mendelssohn gozó de valoración.<br />
Iejezkel Landau fue durante el siglo XVIII una autoridad halájica<br />
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