Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT
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En aquellos años los comunistas, dando ejemplo cada día al frente <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
continuas y variadas rec<strong>la</strong>maciones y <strong>de</strong>nuncias que eran necesarias a pie <strong>de</strong><br />
taller, al contrario <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ya <strong>de</strong>mostradas <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l movimiento<br />
católico 64 , eran los primeros en rec<strong>la</strong>mar, reivindicar y exigir mejoras socio<strong>la</strong>borables<br />
al frente <strong>de</strong> los compañeros y los últimos en retirarse <strong>de</strong>l conflicto.<br />
Con dicha actitud pronto sintieron, en cada consecución <strong>de</strong> mejoras, que los<br />
que <strong>de</strong>bían tener un trato directo con ellos, como los mandos intermedios, se<br />
mostraban más respetuosos con sus posiciones mientras que <strong>la</strong>s fi<strong>la</strong>s obreras,<br />
más fuertes en conciencia <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se a cada día que pasaba, seguían sus<br />
indicaciones y les arropaban, incluso físicamente en algunas ocasiones,<br />
cuando se encontraban en peligro. Así fue cómo <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera <strong>de</strong> <strong>SEAT</strong>, sin<br />
po<strong>de</strong>r que exteriorizarlo al estar en c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stinidad, se fue <strong>de</strong>cantando por<br />
unos <strong>de</strong>terminados lí<strong>de</strong>res.<br />
También aquellos que nos sentíamos cada vez más arropados por nuestros<br />
compañeros <strong>de</strong> trabajo hacíamos esfuerzos por no <strong>de</strong>fraudarlos y, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong>s limitaciones que imponía <strong>la</strong> vida c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stina, procurábamos aten<strong>de</strong>r tantas<br />
consultas <strong>de</strong> tipo <strong>la</strong>boral o social como nos fuera posible, al objeto <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r<br />
<strong>la</strong> red <strong>de</strong>l movimiento obrero contestatario tanto como pudiéramos; a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> reforzar con ello <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> sociopolítica que estábamos creando y don<strong>de</strong><br />
todos estábamos aprendiendo 65 a marchas forzadas.<br />
En tal sentido el partido se encontraba a caballo entre <strong>la</strong> acción política y <strong>la</strong><br />
sindical y se reflejaba en cada reunión que hacíamos; <strong>la</strong> discusión en torno a<br />
aquellos problemas era farragosa e interminable porque <strong>de</strong>bíamos apren<strong>de</strong>r<br />
por nos<strong>otros</strong> mismos el or<strong>de</strong>namiento que buscaba <strong>la</strong> síntesis, también en sus<br />
formas y modos <strong>de</strong> expresión. Pero empeñados en cargar con honor <strong>la</strong><br />
responsabilidad que, aun siendo una imperiosa necesidad, voluntariamente<br />
64 Ya en aquellos años en <strong>SEAT</strong> también se suscitaron profundas divisiones en el seno <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ór<strong>de</strong>nes<br />
cristianas, al po<strong>de</strong>r constatar <strong>la</strong> pérdida <strong>de</strong> influencia entre <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera, por querer, <strong>de</strong>cían algunos,<br />
sindicalizar lo que es propio <strong>de</strong> <strong>la</strong> cristiandad. Mientras <strong>otros</strong> sostenían que era justo lo contrario; es <strong>de</strong>cir, que<br />
<strong>la</strong> pérdida <strong>de</strong> influencia era <strong>de</strong>bido a que los católicos no habían sabido armonizar <strong>la</strong> vida confesional con <strong>la</strong><br />
lucha <strong>de</strong> c<strong>la</strong>ses. Y pusieron por encima <strong>de</strong> <strong>la</strong>s justas y necesarias reivindicaciones sindicales y políticas <strong>de</strong>l<br />
proletariado el or<strong>de</strong>namiento bíblico que dicta resignación y obediencia al patrocinio empresarial. Sin<br />
embargo, como no hay mal que por bien no venga, aquel<strong>la</strong>s buenas intenciones <strong>de</strong> los católicos trajeron como<br />
consecuencia oficializar lo que para los marxista-leninistas era una contradicción <strong>de</strong> principio, respecto a <strong>la</strong><br />
militancia i<strong>de</strong>ológica. Cual fue <strong>la</strong> entrada (en vía ancha) <strong>de</strong> los contestatarios a <strong>la</strong> verticalidad sectorial <strong>de</strong>l<br />
dogmatismo cristiano, a <strong>la</strong>s fi<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l PCE y <strong>de</strong>l PSUC, encontrándose en un terreno propicio para ellos en<br />
aplicación <strong>de</strong>l nuevo comunismo carrillista y su consigna central <strong>de</strong> RECONCILIACIÓN NACIONAL para<br />
España, promulgada en el año 1956. Por ello en los años 66-67 <strong>la</strong>s fi<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l PSUC en <strong>SEAT</strong> se vieron<br />
reforzadas por un número no <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñable <strong>de</strong> católicos.<br />
65 En aquel tiempo fue muy importante que en <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s empresas como <strong>la</strong> <strong>SEAT</strong>, se fueran fijando, al calor<br />
<strong>de</strong>l movimiento obrero y en su lucha <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se, lí<strong>de</strong>res obreros, o mejor dicho, los nuevos dirigentes políticos y<br />
sindicales que <strong>de</strong>bían ocupar los lugares <strong>de</strong> aquellos a los que el franquismo había arrancado <strong>la</strong> vida. Porque<br />
<strong>de</strong>bido a <strong>la</strong> aniqui<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> sus dirigentes el movimiento obrero se encontraba vacío, falto <strong>de</strong> representantes<br />
políticos y sindicales, <strong>de</strong> ahí que tuviera doble valor que hubiese luchadores que, partiendo prácticamente <strong>de</strong><br />
cero en cuanto a <strong>la</strong>s artes <strong>de</strong> ser dirigente, tuvieran el coraje <strong>de</strong> cargar con tan pesada responsabilidad.<br />
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