Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT
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mesa <strong>de</strong> sueño que tenía. Hasta que por fin quedé dormido sin remedio.<br />
Parece que el secreta que quedó a mi cuidado hacía o quería hacer <strong>de</strong> “poli<br />
bueno”.<br />
Quiso <strong>de</strong>jarme dormir un rato para estar tranquilo.<br />
– ¡Oye, <strong>de</strong>spierta! – me dijo el poli meneándome <strong>la</strong> cabeza con <strong>la</strong> mano.<br />
Desperté bruscamente y oí que el poli me comentaba sin levantarme <strong>la</strong> voz.<br />
– Has dormido un buen rato pero ahora <strong>de</strong>bes <strong>de</strong> estar atento, el comisario<br />
está a punto <strong>de</strong> llegar 114 .<br />
En efecto, un cuarto <strong>de</strong> hora más tar<strong>de</strong> entraba el Rubiales por <strong>la</strong> puerta<br />
portando en <strong>la</strong>s manos el papelito que había encontrado en el registro.<br />
– ¡Bueno, Astorga! Porque ya sé seguro que eres Astorga y que eres el<br />
responsable político <strong>de</strong> tu partido en <strong>SEAT</strong>. Y a<strong>de</strong>más miembro <strong>de</strong> <strong>la</strong> máxima<br />
dirección. Dime, ¿dón<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos encontrar a Miguel.<br />
– No conozco a ningún Miguel. – Contesté <strong>de</strong>cidido.<br />
Otra vez montó en cólera y dirigiéndose a mí con <strong>la</strong> pisto<strong>la</strong> en <strong>la</strong> mano, me<br />
<strong>la</strong> puso en <strong>la</strong> frente diciéndome:<br />
– No sé por qué no he usado mi pisto<strong>la</strong> contigo, porque por <strong>la</strong>s buenas es<br />
per<strong>de</strong>r el tiempo. Dime lo que te he preguntado o te mato.<br />
– ¡Ya he dicho todo lo que sé!<br />
Entonces tomó <strong>la</strong> pisto<strong>la</strong> por el cañón y me dio tal cu<strong>la</strong>tazo en el codo<br />
izquierdo que di un tremendo grito <strong>de</strong> dolor.<br />
– No sé por qué te empeñas en no <strong>de</strong>cirme nada cuando sabemos ya todo<br />
sobre ti. – aseguró en voz alta.<br />
Se sentó otra vez (Pensé que nunca acabaría aquel tormento que me estaba<br />
<strong>de</strong>jando todo el cuerpo <strong>de</strong>strozado).<br />
– ¡Dime Astorga!, ¿Cuáles son los puntos <strong>de</strong> recogida <strong>de</strong> propaganda y<br />
quienes <strong>la</strong> llevan. Señá<strong>la</strong>lo aquí. – y me indicó otra vez el dibujo <strong>de</strong>l pájaro<br />
Ya dije ayer lo que significaba ese dibujo. Hoy me ratifico en ello. – Debí<br />
<strong>de</strong>cirlo con tanta convicción que me contestó<br />
– Bueno, eso ya lo veremos <strong>de</strong>spués.<br />
114 Parece que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el País Vasco le iban informando <strong>de</strong> <strong>la</strong>s <strong>de</strong>c<strong>la</strong>raciones <strong>de</strong>l camionero que tenían <strong>de</strong>tenido.<br />
Supimos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Partido, por medio <strong>de</strong> informes <strong>de</strong> otras <strong>de</strong>tenciones que hubo durante aquellos días.<br />
Y <strong>la</strong> salida <strong>de</strong>l Rubiales a tomar <strong>de</strong>cisiones, tenía que ver con <strong>la</strong>s <strong>de</strong>tenciones en <strong>SEAT</strong>. Después los hechos<br />
nos dieron <strong>la</strong> razón, con <strong>la</strong> consulta a sus confi<strong>de</strong>ntes en <strong>SEAT</strong>, que alguno era compañero <strong>de</strong> trabajo nuestro.<br />
Incluso se prestó a co<strong>la</strong>borar con nos<strong>otros</strong>. “En todas parte crecen habas”.<br />
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