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Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT

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– Soy el comisario especial <strong>de</strong> <strong>la</strong> brigada político social que se ocupa <strong>de</strong>l<br />

área que pren<strong>de</strong> a los enemigos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Patria y a los elementos vandálicos como<br />

tú. Y ahora mismo me vas a <strong>de</strong>cir cuántos actos vandálicos has cometido bajo<br />

el nombre supuesto <strong>de</strong> Astorga y en qué lugares.<br />

– Porque tú eres el famoso Antonio Mayo, <strong>Alias</strong> Astorga ¿no es cierto<br />

– Yo soy quien reza en mi carnet <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad y ni tengo nombre supuesto<br />

ni se nada <strong>de</strong> actos vandálicos – acerté a contestar.<br />

– ¿Pero tú te crees que me vas a tomar el pelo Sabemos <strong>de</strong> ti y <strong>de</strong> <strong>otros</strong><br />

como tú mucho más <strong>de</strong> lo que te piensas. Y lo que no sabemos nos lo vas a<br />

<strong>de</strong>cir ahora porque <strong>de</strong> lo contrario no te va a quedar ni un hueso sano <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

paliza que te vamos a dar. – me respondió el que se <strong>de</strong>nominó comisario<br />

especial. Tras aquel<strong>la</strong>s amenazas verbales <strong>de</strong> intenciones más que ciertas se<br />

puso a hacer su inmoral trabajo y hurgó, removió y escarbó, en un minucioso<br />

registro, hasta el último rincón <strong>de</strong> mis ropas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> cabeza a los pies,<br />

zapatos incluidos. Todo lo que pudo encontrar fue un pequeño papel, bien<br />

dob<strong>la</strong>dito, que tenía en el bolsillo pequeño <strong>de</strong> <strong>la</strong> cintura <strong>de</strong>l pantalón 106 ; lo<br />

<strong>de</strong>sdobló y lo puso encima <strong>de</strong> <strong>la</strong> mesa junto al que hacía <strong>la</strong> redacción o listado<br />

<strong>de</strong> mis cosas, que lo agregó como indicación especial.<br />

Acabado el registro respiré tranquilo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> situación en que me<br />

encontraba cuando vi alejarse <strong>de</strong> mi <strong>la</strong>do al rubiales, como le apodé para mis<br />

a<strong>de</strong>ntros, sin que me hubiera tocado ningún mamporro, aunque se fue<br />

<strong>de</strong>jando instrucciones precisas a los que me custodiaban. Tras su marcha uno<br />

<strong>de</strong> los sociales me condujo hasta una mesa que había en un rincón y me indicó<br />

que tomara asiento en una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s sil<strong>la</strong>s que había en <strong>la</strong> sa<strong>la</strong>.<br />

– ¿Has comido – me preguntó el social.<br />

Le indiqué que no con <strong>la</strong> cabeza pues tenía <strong>la</strong> boca tan seca que casi no<br />

podía hab<strong>la</strong>r. Y no tardó mucho en aparecer otro social con un p<strong>la</strong>to <strong>de</strong><br />

garbanzos, un trozo <strong>de</strong> pan, una manzana y un vaso <strong>de</strong> agua, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l<br />

cubierto.<br />

El social me quitó <strong>la</strong>s esposas <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano <strong>de</strong>recha y me esposó <strong>la</strong> izquierda<br />

a <strong>la</strong> sil<strong>la</strong> mientras que me invitaba a que comiera. Pero sólo tenía sed y no<br />

sabía qué me <strong>de</strong>pararía <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>.<br />

106 El papel no tenía nada <strong>de</strong> particu<strong>la</strong>r en cuanto a contenido político, sólo era un dibujo <strong>de</strong> un pájaro que yo le<br />

había hecho a mi hijo, porque se reía mucho cuando, con unas cuantas rayas, le hacía un dibujo. Supongo que<br />

mi hijo lo dobló cuidadosamente y en algún momento, sin que me diera cuenta, lo escondió en mi pantalón,<br />

pero aquel comisario se empeñó en que aquello <strong>de</strong>bía representar líneas en c<strong>la</strong>ve <strong>de</strong>l componente<br />

argumentativo <strong>de</strong>l Partido. Y así fue que por el papelito me gané puñetazos en el estómago y una patada en el<br />

riñón; para que dijese lo que aquel salvaje franquista quería oír.<br />

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