16.01.2015 Views

Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT

Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT

Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Pero aquel<strong>la</strong> tar<strong>de</strong> cuando los compañeros me <strong>de</strong>spedían, aún me<br />

reservaba alguna sorpresa más. Fue <strong>la</strong> <strong>de</strong> mi buen amigo y camarada, <strong>Alias</strong> el<br />

Moro, a quien habían traído <strong>de</strong> <strong>la</strong> prisión don<strong>de</strong> estaba para que se examinara<br />

<strong>de</strong> alguna licenciatura y como quiera que <strong>la</strong> ventana <strong>de</strong> <strong>la</strong> celda daba al patio<br />

don<strong>de</strong> cantábamos, miró tras <strong>la</strong> rejas y me reconoció. Hizo señas hasta que<br />

alguien le vio y me avisó <strong>de</strong> que el <strong>de</strong> <strong>la</strong> ventana quería <strong>de</strong>cirme algo. Me<br />

llevé una gran alegría, nos saludamos, me contó brevemente por qué estaba<br />

allí y me hizo señas para que me esperara, entrando en su celda para aparecer<br />

al momento con <strong>la</strong> pipa <strong>de</strong> fumar en <strong>la</strong> mano.<br />

– ¡Toma esto es un recuerdo mío! – me dijo. Y me <strong>la</strong> tiró al patio. No<br />

pudimos hab<strong>la</strong>r mucho más para que no nos vieran los carceleros que <strong>de</strong> vez<br />

en cuando salían al patio para contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong> situación.<br />

Todavía guardo <strong>la</strong> pipa <strong>de</strong>l Moro con cariño, por su significado y por<br />

haberle dado <strong>la</strong> libertad conmigo.<br />

Aun tuve que esperar otro día para salir, porque el dinero <strong>de</strong> <strong>la</strong> fianza no<br />

se podía reunir en “tres segundos”.<br />

Por fin me l<strong>la</strong>maron ya pasadas <strong>la</strong>s seis <strong>de</strong> <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>, me <strong>de</strong>spedí <strong>de</strong> mi buen<br />

camarada BC, que una vez más se quedaba triste pero resignado.<br />

– Yo tengo para tiempo – todavía parece que estoy escuchándoselo <strong>de</strong>cir.<br />

Y una vez más, tras entregarme mis pertenencias y firmar algunos<br />

documentos, escuché abrir puertas y cerrojos y cerrarse <strong>de</strong> nuevo tras <strong>de</strong> mí.<br />

Sólo que esta vez me sonaron mejor que cuatro meses y medio antes.<br />

No sabía cuantos ni quienes estarían esperándome en <strong>la</strong> calle, por eso iba<br />

expectante y a buen paso. Salí <strong>de</strong>finitivamente a <strong>la</strong> calle y allí estaban mi<br />

mujer, nuestro hijo y mis suegros. No había nadie <strong>de</strong> los que yo también<br />

esperaba.<br />

Mi mujer <strong>de</strong> inmediato corrió a abrazarme con nuestro hijo en brazos y<br />

también sentí <strong>la</strong>s tiernas caricias <strong>de</strong> nuestro hijo que se fundían en <strong>la</strong><br />

exaltación <strong>de</strong> alegría <strong>de</strong>l núcleo familiar, que experimentaba uno <strong>de</strong> los<br />

momentos dulces más extraordinario <strong>de</strong> nuestra vida. No tardaron mucho<br />

mis suegros en compartir con nos<strong>otros</strong> aquel<strong>la</strong> felicidad. Y así, juntos, nos<br />

marchamos camino <strong>de</strong> nuestra casa.<br />

Pero <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> alegría todavía me esperaba un mal trago. Cuando quise<br />

ir a saludar a mis padres lo que <strong>de</strong>bía haber sido un momento <strong>de</strong> júbilo se<br />

tornó en profunda inquietud y tristeza. Mi padre me esperaba con encendida<br />

ira para repren<strong>de</strong>r mi actitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>sobediencia a lo establecido. Nada más<br />

verme y mientras mi madre y mis hermanos me abrazaban como siempre, con<br />

- 282 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!