Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT
Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT
Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
lugar estable don<strong>de</strong> dormir y un trabajo para po<strong>de</strong>r comer y pagar el alquiler.<br />
En aquellos tiempos no era difícil encontrar trabajo en <strong>la</strong> construcción y<br />
alojamiento en casas particu<strong>la</strong>res, si se <strong>de</strong>cía que eran emigrantes andaluces<br />
que venían a ganarse <strong>la</strong> vida en Barcelona como tantos <strong>otros</strong>.<br />
Como quiera que los compañeros <strong>de</strong> Lobato eran albañiles <strong>de</strong> oficio,<br />
paletas en Catalunya, a <strong>la</strong>s dos días <strong>de</strong> estar en Barcelona ya estaban<br />
trabajando en una obra. También habían encontrado una habitación en una<br />
casa particu<strong>la</strong>r y <strong>de</strong>jaron tranquilo a Mao que no podía tenerles en su casa<br />
mucho tiempo, a<strong>de</strong>más no era aconsejable que dos camaradas vivieran allí,<br />
teniendo en cuenta que usábamos ese piso como cuartel general <strong>de</strong>l Partido<br />
por <strong>la</strong>s buenas condiciones que tenía. El que peor lo pasó fue Lobato que, por<br />
pura necesidad tuvo que ponerse a trabajar, eso significaba proletarizarse, y<br />
así conoció muy <strong>de</strong> cerca <strong>la</strong>s fatigas físicas que <strong>de</strong>be pasar un obrero para<br />
ganarse el pan. No obstante, he <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que Lobato pasó el examen <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
proletarización con un aprobado y fortaleció su convicción política, para ser el<br />
máximo dirigente <strong>de</strong>l PTE años más tar<strong>de</strong>.<br />
30 DE JULIO DE 1960, FECHA IDÓNEA PARA UNA BODA<br />
Como a todos los jóvenes afortunadamente también a mí me llegó <strong>la</strong> hora<br />
<strong>de</strong> tener el impulso natural <strong>de</strong> que <strong>la</strong> vista se me fuera <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
muchachas guapas. Aunque en honor a <strong>la</strong> verdad, he <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que entre el<br />
grupo <strong>de</strong> amigos y camaradas que moceábamos juntos, yo no era <strong>de</strong> los<br />
menos valorados por el<strong>la</strong>s y <strong>de</strong> haberse dado <strong>la</strong>s condiciones... no fueron<br />
pocas <strong>la</strong>s que mostraron interés por superar el campo <strong>de</strong> <strong>la</strong> amistad y pasar a<br />
un estadio <strong>de</strong> re<strong>la</strong>ciones mayor. Pero mi afán en <strong>la</strong> lucha política restaba<br />
atención a <strong>la</strong> búsqueda <strong>de</strong> un compromiso <strong>de</strong> noviazgo serio. Hasta estar en<br />
Barcelona que empecé a pensar en serio en buscar a <strong>la</strong> mujer con quien formar<br />
una familia. Pero como pasa en tantas re<strong>la</strong>ciones humanas también en el<br />
compromiso <strong>de</strong> tomar pareja no siempre se acierta a <strong>la</strong> primera.<br />
Así pues, aunque a <strong>la</strong> joven con <strong>la</strong> que me prometí formalmente siempre le<br />
reconocí su valía como mujer, nos dimos cuenta que éramos diferentes en el<br />
campo político‐i<strong>de</strong>ológico, muy importante para mí. Por lo que, vistas <strong>la</strong>s<br />
perspectivas y en <strong>la</strong>s condiciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> resistencia c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stina antifranquista,<br />
nos dimos cuenta que no teníamos futuro como pareja y <strong>de</strong>cidimos romper <strong>la</strong><br />
re<strong>la</strong>ción.<br />
Con 24 años ya cumplidos y mis inquietu<strong>de</strong>s políticas cada día mayores, <strong>la</strong><br />
casa <strong>de</strong> mis padres se me hacía pequeña. Necesitaba no tener esa doble<br />
c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stinidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> que hablé en páginas anteriores. De manera que sopesé<br />
- 250 -