Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT
Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT
Algunos otros Alias de la Militancia Roja - Museo SEAT
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Tiempo <strong>de</strong>spués he pensado mucho sobre aquel<strong>la</strong>s reflexiones que hacían algunos <strong>de</strong><br />
mis maestros <strong>de</strong> cursillo, sabiendo a<strong>de</strong>más que <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> escue<strong>la</strong>, años más tar<strong>de</strong>,<br />
salieron varios militantes comunistas, seguramente orientados por alguno <strong>de</strong> aquellos<br />
profesores. Lo mismo que a mi me podía haber pasado <strong>de</strong> haber estado más tiempo.<br />
Tras acabar el cursillo, no tardé en encontrar trabajo en un taller para hacer <strong>de</strong><br />
soldador. Tuve un pequeño acci<strong>de</strong>nte cuando llevaba trabajando más o menos un mes;<br />
y <strong>la</strong> dueña quiso <strong>de</strong>spedirme sin más. Yo le exigí <strong>la</strong> carta <strong>de</strong> <strong>de</strong>spido, para presentar<strong>la</strong><br />
al sindicato, y entonces se quedó “acojonada” y me ofreció pagarme hasta que<br />
encontrara otro trabajo.<br />
Hacía un tiempo que había solicitado trabajo en <strong>SEAT</strong>. Me l<strong>la</strong>maron precisamente<br />
e aquellos días en que estaba buscando trabajo. Pero en aquel<strong>la</strong>s fechas, como ya hacía<br />
tiempo que era novio <strong>de</strong> <strong>la</strong> que hoy es mi mujer, pensábamos casarnos, y pedí que me<br />
concedieran los días que me correspondían por casamiento 88 . Así que no pu<strong>de</strong> hacer<br />
otra cosa que, como me casé en domingo, el lunes, como regalo <strong>de</strong> luna <strong>de</strong> miel, ir a<br />
trabajar igual que hizo Isabel, mi mujer, que hacía trabajos <strong>de</strong> limpieza.<br />
Por todas <strong>la</strong>s injusticias vistas, oídas y sobre todo vividas, se fue acumu<strong>la</strong>ndo en mí<br />
tal inquietud social y rebeldía contra los po<strong>de</strong>rosos y sus seguidores franquistas, que<br />
cuando conocí a los compañeros que militaban en el PCE (I), poco tuvieron que<br />
explicarme respecto al partido y <strong>la</strong> filosofía comunista para, tras conocer <strong>la</strong> trayectoria<br />
<strong>de</strong> trabajo político y excelentes personas como compañeros <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> aquellos que<br />
tenía más cerca, integrarme con todas <strong>la</strong>s consecuencias a <strong>la</strong> actividad <strong>de</strong> <strong>la</strong> resistencia<br />
antifranquista.<br />
UN TAMDEM PARA LA ACCIÓN<br />
Es cierto lo que dice Gonzalo Montesinos, <strong>Alias</strong> Salinas 89 , que no nos<br />
fue muy difícil <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Partido comprometerle para que se integrara en <strong>la</strong><br />
lucha antifranquista. De hecho, al final <strong>de</strong>l año 67, el partido en <strong>SEAT</strong> tenía a<br />
Salinas como uno <strong>de</strong> los militantes más capaces <strong>de</strong> ocupar puestos <strong>de</strong><br />
responsabilidad. Por eso a principios <strong>de</strong> 1968, cuando el PCE (I) abrió un<br />
gigantesco proceso <strong>de</strong> captación <strong>de</strong> militantes, tanto en el campo universitario<br />
como en el movimiento obrero, cuando yo no podía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>SEAT</strong> tomar<br />
88 En aquellos tiempos había muchos mandos italianos en <strong>SEAT</strong>; uno <strong>de</strong> ellos era un Ingeniero Jefe que estaba<br />
en Control <strong>de</strong> Calidad que explicaba sin ruborizarse que durante <strong>la</strong> Guerra había bombar<strong>de</strong>ado Barcelona. Este<br />
ingeniero fue el que le negó a Gonzalo Montesinos los días <strong>de</strong> permiso por contraer matrimonio.<br />
“Tú no tienes <strong>de</strong>recho a esos días – le dijo – y si no aceptas, sabrás que hay miles <strong>de</strong> solicitu<strong>de</strong>s esperando para<br />
entrar en <strong>SEAT</strong>, no”.<br />
89 Los nombres <strong>de</strong> guerra o alias, normalmente cada cual se ponía el que más le gustara o le trajera recuerdos<br />
<strong>de</strong> un lugar, personaje o luchador que admiraba. “Lo <strong>de</strong> Salinas – cuenta Montesinos – venía en recuerdo <strong>de</strong>l<br />
lugar don<strong>de</strong> fue engendrado, según sus padres, cuando su madre fue a visitar a su padre.<br />
- 229 -