MANUAL DE PRODUCTO - Visita Sevilla

0.2 / introducción
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locales, las grandes producciones dejaron de
ser accesibles al pueblo llano, y este dejo de
mezclarse con la nobleza y la burguesía.
Por desgracia para el belcanto, al convertirse
en instrumento para la distinción social,
terminó con su verdadera función de
espectáculo y la decadencia vino cuando,
aquellos que la habían utilizado en provecho
de sus fines de clase, dejaron de ver en
ella elementos estético-artísticos para sólo
observar el lado de exhibicionismo social. Las
familias de posición acomodada se dejaban
caer por la ópera, de igual modo que tenían
carruaje, o una sala dedicada a biblioteca en
sus casas. Es decir, las veladas de ópera se
tornaron en puro convencionalismo social.
Este languidecer tuvo un repunte en el siglo XX
en el período de la II Guerra Mundial gracias
a la amistad de la España franquista con los
gobiernos de Alemania e Italia.
Posteriormente la Ópera desaparece casi del
panorama Sevillano y no es hasta el año 1991
con la apertura del teatro de la Maestranza
cuando nuevamente se genera un ambiente y
un espacio propicio y digno para las modernas
producciones.