MANUAL DE PRODUCTO - Visita Sevilla
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0.3 / análisis interno<br />
/ 27<br />
El trienio Liberal (1820-1823):<br />
La empresaria Sciomeri volviendo a hacer gala<br />
de su olfato cedió gratuitamente sus locales<br />
a la Reunión Patriótica, dejando nuevamente<br />
libre del cierre y la piqueta al expedientado<br />
Teatro Cómico.<br />
Por desgracia para la italiana, la gente, debido<br />
al clima de libertad, dejó de ir al teatro, pues<br />
éste no era ya la única distracción al existir<br />
un nuevo asociacionismo político que ocupó<br />
el tiempo y la mente del público. En las<br />
asociaciones se discute libremente de política<br />
y la representación de ficciones pierde interés<br />
ante la cosa pública. La metáfora rebelde de<br />
la dramaturgia pierde sentido pues todo se<br />
puede decir más abiertamente.<br />
A lo largo de 1821 las relaciones de la<br />
empresaria Sciomeri con el consistorio<br />
vuelven a empeorar. El teatro había decaído,<br />
la empresaria empezó a hacer caso omiso<br />
a la autoridad municipal y el espectáculo se<br />
resintió por la bajada en la calidad, de este<br />
modo los Calderi dejaron en 1822 paso a un<br />
nuevo empresario Dionisio López.<br />
Algunos de los actores de Sciomeri se<br />
asociaron y en 1822 pidieron autorización<br />
para un nuevo teatro junto a la parroquia de<br />
San Pedro, en la Calle Alcázares. No obstante,<br />
la lírica en este teatro nunca fue abundante.<br />
Al final del periodo liberal los absolutistas<br />
atacaron el teatro de la calle San Acacio<br />
despojándolo de telones, vestuario y atrezzo.<br />
Debió cerrar un año y los Calderi, a su vez, se<br />
vieron en la ruina.<br />
La ominosa década (1823-1833):<br />
Con la vuelta de los absolutistas vuelven a<br />
repetirse las condenas al teatro y cualquier<br />
forma de representación escénica. Estas<br />
condenas no pasaron del papel impreso y<br />
las representaciones siguieron su curso con<br />
las dificultades económicas y precariedades<br />
ya habituales. El marques de Rivas hizo lo<br />
posible por detener un expediente contra el<br />
teatro.<br />
El Teatro Cómico reabre sus puertas en 1924.<br />
Las óperas vuelven a repetirse una y otra<br />
vez, siendo las de Cimarrona y su escuela las<br />
óperas que más éxito tuvieron.<br />
Las representaciones escénicas eran<br />
percibidas antes del romanticismo como un<br />
juego, un momento de diversión sin ceremonia,<br />
pero durante el absolutismo se pusieron en<br />
marcha mecanismos de control de la diversión<br />
popular. El teatro fue el único lugar para el<br />
esparcimiento del público, a diferencia de las<br />
décadas precedentes donde había muchos<br />
más ámbitos para tal esparcimiento.<br />
Los Calderi siguieron regentando el teatro<br />
como pudieron a pesar de su edad y de los<br />
nuevos estilos. La compañía de Dionisio<br />
López fue la que en este tiempo dio realce a<br />
la ópera. En 1828 abandonaron <strong>Sevilla</strong> y los<br />
empresarios del teatro optaron por traerse a<br />
una compañía italiana.<br />
La penuria económica de los Calderi era cada<br />
vez más manifiesta y más débiles los ingresos.<br />
El declive del teatro impulsó al ayuntamiento a<br />
hacer frente a los gastos, que no hacían más<br />
que aumentar. Finalmente en 1833 el ruinoso<br />
estado de la estructura aconsejó su derribo.<br />
El “fenómeno Rossini”:<br />
Las Óperas de Rossini más conocidas hoy en<br />
día son de índole cómica. Sin embargo, en<br />
la época se representaron más las de índole<br />
dramática o semidramática. Esto se debe a<br />
que Rossini representa perfectamente el paso<br />
de la dramaturgia clasicista a la romántica.<br />
La música de Rossini es percibida por las<br />
clases burguesas sevillanas como un aire<br />
nuevo con resonancias de lo que estaban<br />
acostumbrados a oír, es decir, Rossini es para