Agresiones sexuales
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AGRESIONES SEXUALES<br />
Así, la condición migrante, un hecho estresante que obliga a poner muchos recursos emocionales<br />
en marcha, se vuelve traumática para las mujeres que, de pronto y sin haberlo esperado,<br />
se enfrentan a situaciones que las superan.<br />
6.5.4.2. El acoso telefónico<br />
Al ambiente hostil que perciben las mujeres se suman los hechos concretos. Una conducta<br />
sufrida por la mayoría de quienes utilizan la prensa o los anuncios en los postes o paredes<br />
de las ciudades para ofrecer sus servicios, es el acoso telefónico cuando, en respuesta a su<br />
solicitud de empleo, reciben peticiones <strong>sexuales</strong>.<br />
No es que se confundan, no, porque yo puse unos papeles ofreciendo mis servicios de limpieza<br />
y cuidado de niños pero lo que más recibí fueron llamadas de hombres… ¡Ay Dios mío!<br />
Yo al principio no me lo podía creer… la primera vez llama un señor y me pregunta cuánto<br />
cobro la hora y yo le digo lo que es… pues me dice que me paga eso y más por limpiarle la<br />
casa y por quedarme con él. Yo estaba indignada, le dije que puse el anuncio para trabajar<br />
no para prostituirme y además le dije que tenía marido… pues va y me contesta que no importaba,<br />
que mi marido ni cuenta se iba a dar (G. mujeres migradas 2).<br />
Yo estaba buscando trabajo en Bilbao y publiqué mi teléfono en un diario… bueno, ¡para<br />
qué! Me llamaban por teléfono desconocidos a la noche haciendo ruidos, me mandaban<br />
mensajes diciéndome si quería limpiar en ropa interior, pidiéndome cosas <strong>sexuales</strong>. Yo me<br />
preguntaba qué clase de enfermos son para buscar a las chicas que evidentemente no son de<br />
aquí y están buscando trabajo (G. mujeres migradas 1).<br />
Todas coincidían en señalar que la publicación de su teléfono ocasiona que reciban llamadas<br />
de este tipo y no sólo las participantes en los grupos habían vivido esa experiencia,<br />
también sabían de muchas de sus compatriotas a las que les había ocurrido lo mismo. Es<br />
un tema que les generaba mucha rabia. A las llamadas obscenas se le suman las peticiones<br />
de quienes sí les ofrecen trabajo pero con condiciones de carácter sexual.<br />
Me llamó un chico diciéndome que lo que estaba buscando era que cuidaran a su hermano<br />
que era impedido. Bien, dije yo ¿qué hay qué hacer? Sacarle a dar un paseo, atenderlo, bañarle<br />
y masturbarle para que se tranquilice. No supe ni qué decir… (G. mujeres migradas 1).<br />
Me llamó una madre para que cuidara a su hijo y me dijo que si además me acostaba con<br />
él, me pagaría un dinero extra. Me explicó que era un requisito del trabajo y que por eso<br />
buscaba chicas extranjeras, que tenían necesidad… Cuando le dije que no y ya le iba a colgar<br />
me dice que si conocía a alguna amiga que estuviera interesada, que le diera el teléfono<br />
(G. mujeres migradas 1).<br />
Estas situaciones de acoso sexual agravan las condiciones de extrema vulnerabilidad en<br />
que muchas mujeres migradas se desenvuelven en la sociedad vasca, más aún cuando no<br />
pueden denunciarlas ni tienen recursos para cambiar el número de teléfono.<br />
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