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Chef&Hotel<br />
Por Sonia Montecino Aguirre<br />
Antropóloga de la Universidad de Chile.<br />
Doctora en Antropología de la<br />
Universidad de Leidenen, Holanda<br />
L<br />
a cultura rapanui conserva y<br />
mantiene, en el yantar cotidiano y<br />
festivo de las familias, los productos<br />
y preparaciones que el relato fundacional de<br />
Hotu’Matua rememora. Así, camotes,<br />
mandioca, yuca, plátanos, pollos y peces,<br />
siguen consumiéndose como hace siglos, y las<br />
cocciones en el umu (curanto u horno de<br />
tierra), como en las piedras (tunuahi),<br />
mantienen las viejas costumbres de la cocina<br />
isleña. Esta tradición tiene como punto central<br />
reconocer, degustar y apreciar el perfecto<br />
punto de cocción de los alimentos, sobre todo<br />
de los peces que, generalmente, cocinados con<br />
su piel se comen sin sal ni aliños, permitiendo<br />
conocer y gustar de sus distintas<br />
características organolépticas. La variedad de<br />
especies hace que una fiesta de sabores pueda<br />
enseñorearse en nuestros paladares.<br />
No es frecuente encontrar en la comida de<br />
restaurantes preparaciones patrimoniales, pero<br />
sí el uso amplio de productos emblemáticos<br />
como tubérculos y pescados, el poe, y sobre<br />
todo atún en diversas preparaciones. Tuvimos<br />
la oportunidad, sin embargo, de deleitarnos<br />
con un banquete rapanui preparado por Jorge<br />
Barahona, chef radicado en la isla, casado con<br />
una pascuense, con la cual actualmente llevan<br />
el establecimiento Mahina Tahai en plena<br />
calle principal. Su experiencia como cocinero<br />
del antiguo Hotel Hangaroa y su permanencia<br />
de más de treinta años en Pascua dedicado al<br />
rubro de la alimentación, así como su<br />
imbricación con la sociedad rapanui,<br />
convierten su talento en una experiencia<br />
encomiable de cocina patrimonial. En el<br />
pasado, Jorge Barahona reprodujo la Isla de<br />
Pascua en una torta gigante donde los cráteres<br />
de los volcanes Rano Raraku y Rano Kau, así<br />
como el Ahu de los Siete Moai, coronaban la<br />
ornamentación del dulce que consumieron los<br />
invitados a la Convención del Pacífico en<br />
1978. En esa misma ocasión esculpió un moai<br />
de hielo, y en otras oportunidades desarrolló<br />
mesas polinésicas y esculturas dulces y<br />
saladas de los principales hitos arqueológicos<br />
de la ínsula. Los isleños lo tienen reputado<br />
como “alguien que sabe”.<br />
86 chefandhotel.cl | marzo 2013<br />
Patrimonio de sabores.<br />
Isla de Pascua en el paladar<br />
Convocados a una degustación de sus<br />
saberes culinarios, y animados por la visita de<br />
nuestros amigos Jesús Contreras y Miriam<br />
Bertrán, conocidos investigadores en<br />
Antropología de la Alimentación en España y<br />
México respectivamente, asistimos a una<br />
mesa de productos del mar de rapanui y de los<br />
preciados alimentos que prodigó Hotu’Matua,<br />
así como los que hoy son producidos<br />
localmente (como el pepino y el tomate).<br />
Abundantes, servidos en hojas de plátano tal<br />
como en el pasado, y rodeados de flores,<br />
decorados con moais tallados en taro y con<br />
sombrero de zanahoria, las preparaciones de<br />
crustáceos, que cada vez se consumen menos<br />
por la depredación, aparecieron para recordar<br />
que antiguamente eran de tal abundancia que<br />
la langosta (ura), por ejemplo, era usada como<br />
carnada para pescar. Junto a ella el rape (una<br />
especie de langosta pequeña que se “antorcha”<br />
para extraerla por la noche) componían una<br />
díada sabrosa, solo cocidas y sin condimentos<br />
ni salsas, langosta y rape llamaban al deleite.<br />
Las empanadas de atún muy clásicas de los<br />
menús isleños, se aliaban con el cebiche de<br />
atún con pulpo preparado a la manera<br />
pascuense, con trocitos pequeños de pepino,<br />
tomate y zanahoria, un poco de jengibre, ajo,<br />
cebolla y jugo de limón. Al mismo tiempo, lo<br />
que Jorge Barahona llama una “sinfonía de<br />
pescados” compuesta de toremo, atún,<br />
albacora, mahi y piafi, suavemente cocinados,<br />
mostraba la pluralidad de sabores que los<br />
peces de Isla de Pascua prodigan. Como<br />
acompañamiento, un puré de kumara (camote)<br />
y poe – tradicional masa, levemente dulce, de<br />
plátano, guayaba, camote, zapallo o mezclas<br />
de ellos –, presentado a la manera de las casas<br />
arqueológicas de Orongo combinaba plátano y<br />
zapallo. Los postres, un cheesecake de<br />
guayaba y una torta de papaya con salsa de<br />
mango, junto a las piñas, los plátanos y la<br />
leche con taro, complementaron de dulces<br />
sabores el condumio rapanui de mar y tierra.<br />
Nuestros colegas extranjeros no pudieron sino<br />
maravillarse de la fiesta de gustos y símbolos<br />
que compartieron con nosotros.<br />
Una cocina con historia es la que el chef<br />
Jorge Barahona nos propuso, uniendo sus<br />
conocimientos profesionales, la estética<br />
gastronómica y el respeto por la tradición<br />
isleña. Sin duda un modelo que puede ser<br />
emulado tanto en el uso de productos locales y<br />
llenos de sentido cultural, pero sobre todo en<br />
la mantención del estilo culinario y las<br />
maneras de mesa rapanui. Una vivencia que<br />
quienes hemos tenido el privilegio de conocer<br />
no olvidaremos fácilmente, porque en ella se<br />
imprime el profundo sentido que los<br />
habitantes de la isla dan al alimento: el de don<br />
entregado y el de don repartido.