Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Tonya Hurley Ghostgirl<br />
Era evidente que Charlotte había tocado la fibra sensible de Brain e, incluso, la de<br />
sus compañeros.<br />
—Además, la posesión es imposible salvo en circunstancias extraordinarias —dijo<br />
Brain, con la esperanza de desactivar la fascinación de Charlotte hacia el tema de<br />
manera similar a como lo haría un padre poco preparado enfrentándose al tema del<br />
sexo.<br />
—¿Imposible? —preguntó Charlotte, mientras en sus ojos se apagaba el último<br />
brillo de esperanza.<br />
—Se necesita un huésped bien dispuesto, y nadie puede vernos, de modo que ni<br />
siquiera es una opción. Tiene que ser consensuado —respondió, tratando de poner<br />
punto final al asumo.<br />
—Consensuado. Tiene sentido —murmuró Charlotte, recordando la lidia con<br />
Petula en Educación Vial—. Entonces, ¿te tiene que ver para que consienta ser<br />
poseída? —recapituló Charlotte.<br />
El timbre no pudo sonar más a tiempo para el profesor Brain y sus compañeros,<br />
que se apresuraron a recoger sus cosas para irse.<br />
—Sólo una cosa más. Recordad que esta noche van a enseñar la casa. Esta noche,<br />
chicos. Necesitáis esa casa tanto como el alma al cuerpo —gritó el profesor Brain<br />
mientras la dase se dispersaba.<br />
Charlotte se demoró, ensimismada, tratando de sacar algo en claro de todo<br />
aquello. Al pasar junto a la mesa de Brain, éste la detuvo.<br />
—Ha dicho que nadie puede vernos —inquirió Charlotte.<br />
—Charlotte, ¿es que eres visible para alguien? —preguntó.<br />
Charlotte, que no creía que hubiese llegado todavía el momentó de sincerarse, se<br />
encajó su Muertario bajo el brazo, dio media vuelta y salió de clase, con la expresión<br />
«bien dispuesta» resonando en su mente.<br />
~106~