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juvenil- ghostgirl- tonya hurley

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Tonya Hurley Ghostgirl<br />

dedos y se la retiró de un tirón, esperando una reacción de dolor de Charlotte, pero<br />

ésta ni siquiera parpadeó.<br />

—He ahí una de las grandes ventajas de estar muerta —dijo Charlotte a la vez que<br />

Scarlet se echaba a reír y asentía conforme.<br />

Scarlet continuó el acicalamiento, pelo incluido, y Charlotte disfrutó con cada una<br />

de sus atenciones. Lo mejor de todo fue comprobar que Scarlet estaba realmente<br />

encantada con su compañía. Charlotte no estaba acostumbrada a recibir tantos<br />

cuidados; después de todo, había pasado buena parte de su vida bajo la custodia de<br />

un tutor legal.<br />

Al cabo de un rato las interrumpió el viejo reloj de Scarlet, del cual surgió un<br />

cuervo negro que graznó un vigoroso «JDT», «JDT», en lugar del consabido «cucú».<br />

Charlotte vio que se le hacía tarde y se levantó para irse.<br />

—¿Adónde vas? ¡No he terminado todavía! —chilló a su espalda Scarlet, que no<br />

había culminado su retrato.<br />

—Llego tarde a una reunión de residencia… ¡Nos vemos en el instituto mañana!<br />

—contestó Charlotte gritando.<br />

Recorrió el pasillo a toda prisa, echando un último vistazo a Damen, que dormía<br />

plácidamente en la cama de Petula, en apariencia agotado por la sesión de morreo,<br />

mientras Petula continuaba prendiendo alfileres en su vestido. Abandonó la casa<br />

como un retrato de Mark Ryden —pelo cardado, ojos superperfilados, pintalabios<br />

carmesí y laca de uñas negra— a la luz de la luna llena.<br />

Charlotte continuó su marcha frenética por la acera, internándose en la oscuridad,<br />

en dirección a la luna, mientras los mismos pájaros negros que habían sobrevolado<br />

su cabeza aquella tarde volvían a revolotear en torno a ella.<br />

«¿Una reunión de residencia? ¿Al instituto mañana? Quizá la muerte no sea tan<br />

genial después de todo», pensó Scarlet mientras observaba, desde la ventana de su<br />

dormitorio, cómo Charlotte desaparecía en la oscuridad, y se preguntaba qué narices<br />

le acababa de pasar.<br />

—¡Espera! —le chilló de nuevo a Charlotte, pero Charlotte no contestó, ya estaba<br />

bien lejos, casi fuera de vista—. Genial. No es sólo que vea muertos, no, es que para<br />

colmo tengo mono —dijo Scarlet dando otro portazo.<br />

~80~

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