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Tonya Hurley Ghostgirl<br />
—Sí, sobre todo lo de cómo conseguir un bronceado para el equipo —dijo Scarlet,<br />
admirando su tez morena—. Pero no entiendo cómo un absurdo bronceador lia<br />
hecho posible que te volvieras visible dijo Siarlct.<br />
—No ha sido el bronceador—contestó Charlotte.<br />
—¿Qué?—preguntó Scarlet, confusa.<br />
—Ha sido que estaba preparada para que me vieran, tal cual soy —contestó<br />
Charlotte abrazando a Scarlet.<br />
Scarlet supo que aquélla era la despedida, y le cayó una lágrima que fue a aterrizar<br />
en la mejilla de Charlotte.<br />
—Yo estaré bronceada, pero tú vas a bailar —dijo Charlotte empujando a Scarlet<br />
hacia la pista de baile con Damen. Se colocaron muy juntos y empezaron a moverse<br />
con la música, atolondradamente al principio, y luego como viejos expertos.<br />
A Charlotte la embargó una sensación de calma, como si todo estuviera en su<br />
debido sitio. La sensación del deber cumplido y de que había llegado el momento de<br />
mover ficha. Aunque le dolía en el alma tener que separarse de Scarlet, no pudo<br />
evitar sonreír al contemplarlos a todos allí bailando juntos. Habían vuelto a dejarla<br />
fuera, justo como en el laboratorio de física, pero eso había dejado de tener<br />
importancia para ella.<br />
Antes de que pudiera compadecerse demasiado de sí misma, un chico<br />
increíblemente atractivo vestido de traje, como recién salido de su propio funeral, se<br />
apareció a su lado. Llevaba la etiqueta identificativa prendida a la muñeca, igual que<br />
lo había hecho Charlotte al morir.<br />
—¿Cómo te llamas? —preguntó ella.<br />
—Esto, no estoy muy seguro —contestó él—. Pero… ¿te apetece bailar?<br />
—Claro que sí —contestó ella, aceptando la invitación.<br />
Mientras bailaban un vals, Charlotte le tranquilizó asegurándole que no pasaba<br />
nada y que ya le explicaría todo en su debido momento, pero que mientras tanto lo<br />
único que deseaba era bailar.<br />
—Mira eso, ya ha movido ficha —dijo Damen con la vista fija en Charlotte.<br />
—¿Cómo? ¿Estás celoso? —preguntó Scarlet a la vez que Damen tiraba de ella<br />
hacia sí.<br />
Damen soltó una risita y le plantó un minúsculo y dulce beso en la mejilla.<br />
El último baile de Charlotte se vio interrumpido por la repentina aparición del<br />
profesor Brain, que sostenía en la mano un birrete. Charlotte supo al instante que<br />
había llegado el momento de que ella y los demás se fueran.<br />
—Ahora vas a necesitar esto —dijo él retirándole la corona y sustituyéndola por el<br />
birrete—. Gracias a ti, todos vamos a necesitar uno.<br />
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