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Tonya Hurley Ghostgirl<br />
Petula se aproximó a ellos como si fueran radiactivos y se burló con una mueca de<br />
la vulnerable y comprometida postura en la que ella y la totalidad del alumnado los<br />
habían sorprendido.<br />
—Oye, he oído que están liquidando letras escaríala en Hot Topic —dijo Petula,<br />
mirando a Scarlet con desprecio.<br />
—¡Déjalo ya! —le instó Damen mientras el bedel les tendía unas toallas.<br />
—¿Te gustaría, eh? —le cortó Petula, que pareció que se preparaba para una pelea<br />
a tortazo limpio al más puro estilo programa de Jerry Springer cuando se volvió de<br />
nuevo hacia Scarlet.<br />
—No te preocupes. Son ataques propios de las de las deficientes en calorías —<br />
bromeó Scarlet.<br />
—Nadie va a tomarte en serio jamás. ¡Mírate! Das risa —dijo Petula, esforzándose<br />
al máximo por humillar a Scarlet delante de Damen.<br />
—¡Petula, basta ya! —gritó Damen.<br />
Scarlet parecía avergonzada y dolida, pero trató de ocultarlo como pudo.<br />
Charlotte la miró con pena.<br />
—Jamás te sacará en público en una autentica cita. ¿Qué te dijo, «Oh,<br />
mantengamos esto entre tú y yo»? —sondeó Petula—. ¿Fue eso lo que te dijo?<br />
Scarlet se quedó callada y Damen pareció que se sentía un poco culpable.<br />
—Te equivocas de cabo a cabo —dijo Damen.<br />
—Eres un sucio secretito —dijo Petula lanzándole a Scarlet una puñalada más.<br />
—¡Sí, ya, pues este sucio secretito va a ir al Baile de Otoño conmigo! —anunció<br />
Damen.<br />
Petula y Scarlet se quedaron mudas de asombro. Hasta a Damen le sorprendió<br />
haber soltado la proposición.<br />
Scarlet, aturdida por la paliza verbal y física que acababa de encajar, se alejó sin<br />
mediar palabra. Mientras se secaba, Charlotte se le apareció.<br />
—¡Es increíble! ¡Vamos a ir al baile! —exclamó Charlotte, incapaz de contenerse.<br />
—¡Eres increíble! —dijo Scarlet, completamente asqueada, al cabo de un rato—.<br />
¿Qué?, ¿si no puede ser tuyo, no lo puede ser de nadie más… es eso?<br />
—Yo no he sido —contestó Charlotte—. ¡Sabes que no!<br />
Scarlet la atajó antes de que pudiera explicarse.<br />
—¡Y además casi me matas! Cada vez que consiento que me poseas pasa algo<br />
horrible —la reprendió Scarlet—. No puedo permitir que vuelvas a hacerlo.<br />
—Scarlet, por favor… —imploró Charlotte—. ¡Por favor, no me hagas esto!<br />
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