You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Tonya Hurley Ghostgirl<br />
—¿Cómo es que me ves? Ninguna otra persona viva puede hacerlo. Bueno…<br />
exceptuando perros y bebés, tal vez —dijo.<br />
—¿Y yo qué sé? —respondió Scarlet con sarcasmo.<br />
—Tiene que haber alguna razón lógica —dijo Charlotte sin dejar de pasear la<br />
mirada por la habitación—. ¿Qué tienes tú que haga posible que me puedas ver? —<br />
examinó el crucifijo celta y otras reliquias góticas diseminadas por la habitación.<br />
Luego se fue hasta el vestidor de Scarlet, que era un enorme armario diáfano<br />
equipado con una araña antigua chorréante de lágrimas, de cristal coloreadas. Había<br />
una silla tapizada en terciopelo negro salpicado de lo que parecían diminutos lunares<br />
blancos, que examinados de cerca resultaron ser, de hecho, pequeñas calaveras. Y<br />
había un viejo espejo veneciano adosado a la puerta, del que colgaban amontonadas<br />
varias joyas antiguas.<br />
El vestidor se encontraba repleto de ropa, bolsos, joyas, bufandas y demás, todo<br />
vintage. En su mayoría negro, si bien aquí y allá una explosión de color chillón<br />
conseguía destacar en el siniestro mar de lentejuelas y encajes. Se parecía más a una<br />
boutique de moda de vanguardia o, quizá, al camerino punk-gótico-cabaretero de<br />
The Dresden Dolls, que al vestidor de una chica de instituto.<br />
—Todo con moderación —dijo Scarlet al observar cómo Charlotte admiraba su<br />
colección.<br />
Scarlet se acercó y sacó una raída camiseta del grupo Strawberry Switchblade, que<br />
combinó con una falda escocesa y unas mallas de color negro iridiscente.<br />
—¿Dónde y cómo has conseguido todo esto? —dijo Charlotte con un tono de voz<br />
casi acusatorio.<br />
—De mis víctimas —espetó Scarlet.<br />
Charlotte pareció levemente apabullada.<br />
—Trabajo en Clothes Minded, la tienda vintage de la ciudad, en verano —dijo<br />
Scarlet mientras se vestía, detectando el incomodo de Charlotte.<br />
—Qué bonito —dijo ésta al tiempo que deslizaba su mano sobre un vestido de<br />
lentejuelas azul noche.<br />
—¿Te gusta? —dijo Scarlet, emocionada, pero se contuvo al instante—. Sí, bueno,<br />
no está mal.<br />
Charlotte hurgó entre unas blusas de chiffon negras, unos tops vintage de colores<br />
chillones, y luego exploró una sección de camisetas vintage mientras Scarlet se vestía<br />
del todo.<br />
—Eso de que puedas verme, ¿será porque… no sé… bueno… porque eres…<br />
diferente… o algo así? —se preguntó Charlotte.<br />
—Ya estamos, venga a encasillar al personal —la acusó Scarlet.<br />
~77~