Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Tonya Hurley Ghostgirl<br />
Estaban atónitas por lo que estaba sucediendo ante sus ojos. Sus cuerpos<br />
continuaron fundiéndose en una suerte de osmosis ultramundana, de los pies al<br />
torso.<br />
—«Somos yo…» —dijo Charlotte, encajando su corazón en el de Scarlet al tiempo<br />
que desaparecía en el cuerpo de ésta.<br />
A los ojos de Scarlet se asomaban periódicamente, como una serie de sinapsis<br />
fallidas, retazos de Charlotte en el interior de su cuerpo.<br />
—«… dentro de ti» —dijo Charlotte a la vez que hacía girar sus ojos marrones de<br />
ratón y éstos desaparecían en lo más hondo de Scarlet.<br />
Los ojos de Scarlet aparecían ausentes. Dos negros vacíos reemplazaban ahora el<br />
bonito color avellana en el interior de sus órbitas.<br />
Un segundo después el alma translúcida de Scarlet abandonó su propio cuerpo,<br />
cediéndoselo a Charlotte por completo. Los ojos de Scarlet reaparecieron, aunque con<br />
un brillo muy distinto. Su lenguaje corporal reflejaba ahora la personalidad de<br />
Charlotte, y no la suya.<br />
Consciente de que la posesión había sido un éxito, Charlotte respiró hondo y se<br />
palpó su nuevo cuerpo. Scarlet ascendió flotando hasta el techo, donde se demoró<br />
momentáneamente, miró hacia abajo y vio a Charlotte pasando las manos por todo<br />
su cuerpo.<br />
—¡Oye, deja ya de manosearme! —chilló Scarlet, mientras su forma espectral<br />
empezaba a atravesar con facilidad los paneles blancos del techo.<br />
—Perdona… —dijo Charlotte de forma distraída en el momento en que Scarlet<br />
atravesaba del todo el techo y dejaba de oírla—. Es que me siento tan… viva.<br />
~112~