Carismáticos - OpenDrive
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16 , LOS CARISMÁTICOS: Una perspectiva doctrinal<br />
2, Romanos 12. u otros pasajes que enfrenten la falta de equilibrio<br />
carismático. Muchas de ellas están comprometidas con filosofías que<br />
explícitamente prohiben cualquier enseñanza que pueda desafiar las<br />
creencias de sus participantes carismáticos.<br />
Un ejecutivo de una cadena me escribió: "Reconsidere por favor<br />
su propósito de tratar el tema del movimiento carismático y otros<br />
temas controversiales en su emisión de radio. Aunque compartimos<br />
sus convicciones sobre esos asuntos, muchos de nuestro oyentes no.<br />
Esas personas son hermanos queridos en Cristo y creemos que no es<br />
útil a la causa del Señor atacar lo que ellos creen. Pistamos obligados<br />
a mantener la paz entre los hermanos y la unidad en el cuerpo de<br />
Cristo. Gracias por ser sensible a estas inquietudes."<br />
Esa clase de pensamiento sacrifica la verdad en favor de una paz<br />
superficial. Tal actitud se está extendiendo a la iglesia contemporánea.<br />
En realidad les ha dado a los extremistas carismáticos la<br />
libertad de proponer puntos de vista fantásticos mientras imponen un<br />
código de silencio sobre los que objetan. Los que sí hablan, inevitablemente<br />
son tildados de divisívos, de estridentes o de faltos de<br />
amor. 2 El legado de una posición así no es la unidad y la paz, sino la<br />
confusión y el desorden. Podemos ver las pruebas en los centenares<br />
de iglesias, juntas misioneras, escuelas y otras organizaciones<br />
cristianas que han permitido que la influencia carismática se infiltre y<br />
quede sin respuesta. Al final sacrifican completamente su posición no<br />
carismática o sufren el efecto devastador de una división.<br />
Y así la confusión se extiende porque las voces que promulgan las<br />
enseñanzas excéntricas ahogan los débiles murmullos de los que<br />
desafían a los cristianos a examinar las Escrituras para ver si esas<br />
cosas son así (comp. Hech. 17:11).<br />
No es desconsiderado analizar las diferencias doctrinales a la luz<br />
de la Escritura. No es necesariamente negativo expresar desacuerdo<br />
con la enseñanza de otro. De hecho tenemos la obligación moral de<br />
examinar io que se proclama en el nombre de Jesús, y exponer y<br />
condenar la enseñanza falsa y la conducta antibíblica. El apóstol<br />
Pablo creía que a veces era necesario refutar a la gente por nombre<br />
en sus epístolas que debían ser leídas públicamente {Fii. 4:2, 3; 1 Tim.<br />
1:20; 2 Tim. 2:17). Juan, el apóstol del amor, escribió una candente<br />
condena de Diótrefes, un líder de la iglesia que estaba ignorando la<br />
enseñanza del apóstol (3 Jn. 9, 10). Como muestra su segunda epístola,<br />
el criterio de Juan sobre el verdadero amor estaba completamente<br />
ligado a la verdad. De hecho, el amor separado de la verdad<br />
no es más que sentimentalismo hipócrita. Ese sentimentalismo se está<br />
extendiendo entre los evangélicos hoy en día.<br />
El desafío bíblico no es evitar la verdad que es controversial, sino<br />
Introducción 17<br />
hablar la verdad en amor (Ef. 4:14), y yo ma^he esforzado por cumplirlo.<br />
Tengo muchos amigos carismáticos que aman sinceramente ai<br />
Señor y aunque disentimos en algunos asuntos fundamentales, los<br />
considero hermanos preciosos. Me duele que algunos de ellos crean<br />
que mi'crítica del movimiento carismático es hiriente, pero la Escritura<br />
es la regla con la que debe medirse toda enseñanza! .y mi único deseo<br />
es encender la luz de la Palabra de Dios en un movimiento que ha<br />
tomado a la iglesia contemporánea por sorpresa<br />
Aunque algunos lectores se imaginaron que había ridiculización o<br />
sarcasmo en algunos de mis comentarios en la primera edición de este<br />
libro, les aseguro que mi propósito entonces, y ahora, no es el de<br />
burlarme. Un número de carismáticos consideró que yo tergiversaba<br />
su movimiento escogiendo las ilustraciones más grotescas y exóticas.<br />
La primera edición, por ejemplo, incluía esta:<br />
Recientemente vi en la televisión a una dama que contaba cómo su<br />
neumático reventado era sanado. No hace mucho recibí una carta<br />
de alguien del estado de Florida que había escuchado un testimonio<br />
maravilloso de una mujer que le había enseñado a su perro a alabar<br />
al Señor en un ladrido desconocido.<br />
Reconozco que los dos ejemplos son extravagantes. Tal vez es<br />
injusto caracterizar al movimiento carismático con ilustraciones<br />
corno esas. Yo desearía que eso fuera verdad. Desearía que esos<br />
ejemplos fueran raros, pero no lo son. Y la razón por la que no lo "" "'<br />
son es que en las filas carismáticas ninguna experiencia tiene que -,pasar<br />
la prueba de la Escritura. 3<br />
Creo que la década pasada ha confirmado esa evaluación. Los<br />
ejemplos absurdos de la temeridad carismática se hacen más y más<br />
numerosos conforme los límites del movimiento se mueven sin<br />
control. Con todo, los carismáticos radicales han crecido sin parar en<br />
influencia y visibilidad.<br />
Ejemplo: Jan Crouch, que con su esposo Paul dirige la Cadena<br />
Emisora Trinity (TBN), le dijo a una audiencia en Costa Rica: "¡Dios<br />
contestó las oraciones de dos niñas de doce años al resucitar a su<br />
pollito de entre los muertos!"* La señora Crouch ha relatado de nuevo<br />
esa historia en emisiones de TBN de costa a costa y alrededor del<br />
mundo.<br />
Ejemplo: La revista Carisma, la revista estandarte del movimiento,<br />
presenta anuncios desplegados de una y dos páginas para el"<br />
Rancho Rapha, un centro de sanidad carismático que trata a pacientes<br />
del cáncer con "cintas bíblicas subliminales". El título-de una.<br />
videocinta que uno puede comprar de Rapha por 29,95 dólares es<br />
"Usted no tiene que morir". El rancho es descrito como un lugar<br />
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