Carismáticos - OpenDrive
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2*94 LOS CAR1SMAT1COS: Una perspectiva doctrina!<br />
mucho de ese avivamiento y expansión niega el reclamo de que es<br />
obra de Dios.<br />
La triste verdad es que el legado del movimiento carismático ha<br />
sido principalmente de caos y confusión doctrina!. El enfoque<br />
carismático a la espiritualidad no es sano, y está lleno de desencanto<br />
potencial. En ambos lados de la cerca carismática hay creyentes<br />
cristianos que están inseguros, desilusionados, derrotados. Algunos<br />
hasta están desesperados. La "buena vida" espiritual de la que oyen<br />
en sermones y lecciones de la escuela dominica! parece pasarles de<br />
lado. ¿Dónde pueden encontrar la clave para vivir su fe cristiana<br />
sobre una base cotidiana, realista y práctica?<br />
La única respuesta apropiada es, y siempre ha sido, un regreso a<br />
la Palabra de Dios. Porque allí Dios nos ha revelado toda la verdad<br />
que necesitamos para servirle y para vivir para su gloria. Desafortunadamente,<br />
como hemos visto a menudo, el movimiento<br />
carismático tiende a volver a la gente dentro de sí misma, hacia el<br />
misticismo y la subjetividad, y lejos de la Palabra de Dios. No preste<br />
atención a ese canto de sirena.<br />
Su divino poder nos ha concedido todas las cosas que pertenecen a<br />
la vida y a la piedad por medio del conocimiento de aquel que nos<br />
llamó por su propia gloria y excelencia. Mediante eilas nos han<br />
sido dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas<br />
seáis hechos participantes de la naturaleza divina, después de haber<br />
huido de la corrupción que hay en el mundo debido a las bajas<br />
pasiones. Y por esto mismo, poniendo todo empeño, añadid a<br />
vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio<br />
propio; al dominio propio, perseverancia; a la perseverancia,<br />
devoción; a la devoción, afecto fraternal; y al afecto fraternal,<br />
amor. Porque cuando estas cosas están en vosotros y abundan, no<br />
os dejarán estar ociosos ni estériles en el conocimiento de nuestro<br />
Señor Jesucristo (2 Pedro 1:3-8).