591 2671Oftalmologia.. - Facultad de Ciencias Veterinarias - UAGRM
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fondo no son simétricas entre los dos ojos, como ocurre en la <strong>de</strong>generación<br />
progresiva <strong>de</strong> conos-bastones. A<strong>de</strong>más, la ERG no suele estar extinguida,<br />
aunque tenga una amplitud reducida. Más difícil es la distinción <strong>de</strong> la retinopatía<br />
inducida por fármacos, ya que los cambios retinianos suelen ser bilaterales<br />
y simétricos y con frecuencia la ERG es plana. Otro diagnóstico diferencial<br />
es la DRAS, en la que el comienzo <strong>de</strong> los signos clínicos es agudo,<br />
con un fondo <strong>de</strong> aspecto normal y una ERG extinguida. Sin embargo, varios<br />
meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l comienzo, es imposible distinguir clínicamente esta<br />
enfermedad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>generación progresiva <strong>de</strong> conos-bastones/ARP generalizada.<br />
Tratamiento<br />
Por ahora no existe un tratamiento eficaz par la <strong>de</strong>generación progresiva <strong>de</strong> conos-bastones/ARP<br />
generalizada en el perro y el gato. Es necesario adoptar medidas<br />
preventivas en los programas <strong>de</strong> cría. Los animales afectados no <strong>de</strong>ben<br />
usarse para crianza ni tampoco los portadores conocidos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>fecto; así, en los<br />
trastornos <strong>de</strong> herencia autosomica recesiva, no <strong>de</strong>ben emplearse para la cría ni<br />
los padres ni la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los individuos afectados. Pue<strong>de</strong>n usarse prue<br />
bas sanguíneas basadas en el conocimiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>fectos genéticos específicos<br />
<strong>de</strong> varias <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>scritas en este capítulo. Así, se dispone dL<br />
pruebas específicas para los <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong>l setter irlandés, el cardigan welsh corgi<br />
y el pastor <strong>de</strong> Brie. A<strong>de</strong>más, existen pruebas basadas en marcadores genéticos<br />
para algunas razas afectadas <strong>de</strong> dpcb.<br />
Distrofia <strong>de</strong> células <strong>de</strong>l epitelio pigmentario<br />
<strong>de</strong> la retina (DEPR)<br />
En esta enfermedad el <strong>de</strong>fecto primario se halla en la capa <strong>de</strong> células <strong>de</strong>l epitelio<br />
pigmentario <strong>de</strong> la retina. La lesión histológica principal es la hipertro<br />
fia <strong>de</strong>l EPR con acumulación <strong>de</strong> lipopigmentos. El <strong>de</strong>fecto causa <strong>de</strong>generación<br />
secundaria <strong>de</strong> fotorreceptores y atrofia retiniana. Debido al aspectc<br />
clínico <strong>de</strong> la enfermedad, con acumulación <strong>de</strong> pigmento y cambios <strong>de</strong>gene<br />
rativos retinianos más ostensibles en la parte central <strong>de</strong>l fondo, esta enfermedad<br />
se <strong>de</strong>nominó inicialmente atrofia retiniana progresiva centra 1<br />
(ARPC) 6 \ Se ha <strong>de</strong>scrito la enfermedad en varias razas caninas, sobre todo<br />
el pastor <strong>de</strong> Brie 66 , el labrador retriever y el collie. Aunque se sigue reconociendo<br />
una base genética, hay indicios recientes <strong>de</strong> que otros factores podrían<br />
<strong>de</strong>sempeñar un papel significativo en el <strong>de</strong>sarrollo o la expresión <strong>de</strong> la enfermedad.<br />
Así, la falta <strong>de</strong> antioxidantes como la vitamina E en la dieta parece<br />
que pue<strong>de</strong> participar en la patogenia <strong>de</strong> la DEPR (G. McLellan, comunicación<br />
personal, 1999).<br />
Hallazgos clínicos<br />
Los perros afectados suelen per<strong>de</strong>r la visión central antes que la periférica, <strong>de</strong><br />
forma que ven mejor los objetos en movimiento que los que están quietos. Pue<strong>de</strong>n<br />
aparecer alteraciones oftalmoscópicas tan pronto como a los 18 meses,<br />
aunque en algunos perros tardan bastante más en presentarse. Se observan fo-