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términos de organismo y de organización. Hemos acabado con la masa de tópicos improcedentes que se<br />
presentaban tradicionalmente a las niñas sin dejar lugar, en días pretéritos, a los conocimientos y<br />
habilidades y a las actitudes que les serán imprescindibles en sus vidas y... como podría agregar el<br />
cínico, en las vidas de sus maridos, señor Humberson. Digámoslo así: la posición de una estrella es<br />
importante, pero la ubicación más práctica para una heladera en la cocina puede ser aún más importante<br />
para la esposa novel. Dice usted que todo cuanto espera que una niña obtenga de la escuela es una<br />
educación firme. Pero, ¿qué significa educación En otros tiempos, ése era esencialmente un fenómeno<br />
verbal; quiero decir que un niño podía aprenderse de memoria una buena enciclopedia y saber tanto como<br />
puede ofrecer una buena escuela, y aún más. Doctor Hummer, ¿comprende usted que para el niño actual<br />
pre-adolescente, fijar fecha en la historia medieval tiene un valor menos vital que fijar fecha para una<br />
cita (un guiño), para repetir un juego de palabras que la psicoanalista de Beardsley se permitió el otro<br />
día Vivimos no sólo en un mundo de pensamiento, sino también en un mundo de cosas. Las palabras sin<br />
experiencia carecen de sentido. ¿Qué pueden importarle a Dolly Hammerson, Grecia y Oriente, con sus<br />
harenes y esclavos<br />
Ese programa me dejó perplejo, pero hablé con dos damas inteligentes relacionadas con la escuela y<br />
afirmaron que las niñas leían mucho en ella y que la tendencia a la «comunicación» era punto menos que<br />
un galimatías destinado a dar a la anticuada Beardsley un rasgo moderno, financieramente remunerativo,<br />
aunque en verdad seguía tan almidonada como antes.<br />
Otra razón que me llevó a esa escuela puede ser absurda para algunos lectores, pero era muy<br />
importante para mí, porque así soy yo. Cruzando la calle, exactamente al frente de nuestra casa, vi un<br />
terreno baldío lleno de maleza, con algunos matorrales coloridos, una pila de ladrillos, unos cuantos<br />
tablones y la espuma de las míseras flores silvestres amarillas y malvas. A través de este terreno podía<br />
verse una parte de la escuela que corría paralela a nuestra calle Thayer e inmediatamente detrás, el<br />
terreno para juegos de la escuela. Además de la tranquilidad psicológica que esa disposición me<br />
suministraba, permitiéndome tener cerca de mí a Dolly, anticipé en seguida el placer que tendría al<br />
distinguir desde mi estudio-dormitorio, con ayuda de poderosos prismáticos, el inevitable porcentaje de<br />
nínfulas entre las demás niñas, durante los recreos de Dolly. Por desgracia, el primer día de clase<br />
llegaron obreros y construyeron un cerco al terreno. Y en tiempo milagroso surgió maliciosamente tras<br />
ese cerco una construcción de madera oscura que estorbó por completo mi mágico espectáculo; y no bien<br />
erigieron bastante cantidad de material para estropearlo todo, esos absurdos constructores pararon su<br />
trabajo y nunca reaparecieron.