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vez considerados los efectos de los impuestos y las transferencias) y la que
se obtendría de la distribución hipotética de ingresos sin la cuantía de la
(10) (11)
prestación que queremos analizar.
El problema principal de este método es que parte de la premisa de que sin
las transferencias los individuos no cambian su comportamiento y, por
tanto, las rentas laborales serían las mismas. Sin embargo, la comparación
de la pobreza antes y después de las prestaciones, a pesar de representar
una medida inexacta del efecto real de las políticas, es una primera aproximación
a la situación de los hogares.
Las tablas indican que la gran mayoría de las prestaciones a los hogares
tienen un impacto muy reducido en la tasa de pobreza del conjunto
de la población y entre los niños. De hecho, las ayudas por familia,
asistencia social, vivienda o por menores de 16 años consiguen una reducción
de la tasa de pobreza entre el conjunto de la población que en
ninguno de los años analizados representa más de 0,8 puntos porcentuales.
Tampoco se observa un aumento en la capacidad de reducción
del riesgo de pobreza de las ayudas mencionadas con la llegada de la
crisis económica, con la excepción de la prestación «Asistencia social»,
cuya capacidad reductora del riesgo de pobreza pasa de 0,1 puntos en
2009 a 0,8 en 2012.
Entre los niños, la capacidad de reducción de la pobreza de las prestaciones
económicas a los hogares relativas a «Ayudas por familia» y «Asistencia
social» es ligeramente superior a la observada para el conjunto de la
población. En este sentido, las prestaciones relacionadas con asistencia social
conseguían reducir la tasa de pobreza infantil en 1,2 puntos en el año
2012. Con todo, recuérdese que la tasa de pobreza infantil en este año se
situaba en el 28,9%, de modo que la necesidad de ayuda de muchas familias
en absoluto estaba cubierta por estas prestaciones.
Las tablas 8.6 y 8.7 muestran la reducción del riesgo de pobreza poblacional
e infantil para las prestaciones individuales a los miembros del hogar.
(10) Arcanjo et al. (2012) realizan un ejercicio similar para las ayudas a las familias comparando España,
Polonia, Portugal e Italia.
(11) Debe tenerse en cuenta que en este ejercicio no se permite un cambio en el umbral de pobreza para la
distribución de ingresos que no contiene la prestación estudiada, puesto que se quiere conocer el efecto neto
sobre la reducción de la pobreza de cada prestación.
132 Infancia, pobreza y crisis económica