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Martínez López y Ruiz Huerta (2014) o Martínez López y Navarro (2014),
esto se debe al hecho de que este indicador de privación da mucha importancia
a la posibilidad de permitirse económicamente algunos bienes duraderos,
como televisor, teléfono o coche, los cuales se pueden encontrar
en prácticamente todos los hogares españoles. Los mismos autores apuntan
que la propiedad de estos bienes no es muy representativa de los cambios
de ciclo económico; por tanto, el indicador de privación material severa
difícilmente puede captar las dificultades materiales de algunas familias
en la etapa de crisis económica. Tampoco ayuda el hecho de que el indicador
se construya a partir de una lista de tan sólo nueve ítems.
La situación de España en el contexto europeo en cuanto a privación material
severa es totalmente distinta de la que observábamos en los capítulos
anteriores, referentes a pobreza monetaria. Así, en 2005 solamente un
4,1% del conjunto de la población sufría este problema. Se trata de un
porcentaje muy similar al de países como Finlandia o Alemania y hace
que España se sitúe entre los países mejor posicionados. Además, con la
irrupción de la crisis económica se observa un aumento de 1,7 puntos porcentuales
hasta 2012, en ningún caso comparable a los incrementos de
países que también han pasado por una importante crisis económica,
como son Irlanda y Grecia. Por ejemplo, el país helénico ya en 2005 tenía
un porcentaje de población en privación material severa del 12,8%, cifra
que aumenta en 6,7 puntos porcentuales en 2012. Por otra parte, cabe destacar
que es en los nuevos países miembros donde los problemas de privación
material severa son más importantes.
El porcentaje de niños españoles en privación material severa es ligeramente
superior al observado en el conjunto de la población (5,7%) y, al
mismo tiempo, se habría producido un aumento de niños afectados entre
2005 y 2012 hasta situarse en un 7,6% de la población infantil. Con todo,
España todavía está por debajo de la media de la Unión Europea-15 y, por
ello, en una situación relativamente privilegiada. En definitiva, el diagnóstico
de la precariedad económica en España desde una perspectiva comparada
es muy distinto si centramos nuestra atención en la pobreza monetaria
o privación material severa –pero, como se ha comentado, esta interpretación
se debe en buena medida a la metodología usada por la Comisión
Europea.
Privación material entre los niños 85