doc-0551-es

Sin sorpresas, los datos de las tablas revelan que la población con una renta
inferior al umbral de pobreza monetaria sufre unos índices de privación
muy superiores a los de la media poblacional en las tres dimensiones
consideradas. (11) Además, cuanto más alejadas se encuentran las rentas del
hogar del umbral de pobreza, peores son los niveles de privación. Por
ejemplo, en el caso de las personas con rentas equivalentes inferiores al
40% de la renta mediana equivalente, el valor medio relativo del índice de
la dimensión de consumo (11,2) dobla el valor medio de la población considerando
la misma dimensión de privación material (5,2). Hay que señalar
que las diferencias más grandes se concentran en la dimensión básica
de consumo, el ámbito en el cual más ha empeorado la situación para
muchas familias españolas desde la llegada de la crisis. Por ejemplo, el
valor medio relativo del índice ha pasado de 11,2 a 14,1 entre las personas
con rentas equivalentes inferiores al 40% de la mediana, y de 8,2 a 11,9 en
el caso de las que perciben rentas entre el 40 y el 50%.
Es importante destacar la gravedad de las situaciones de privación (especialmente
de consumo) entre los niños con rentas inferiores al 60% de la
mediana que muestra la tabla 5.10, pues evidencian de nuevo la intensidad
de los problemas de precariedad económica en los hogares donde hay dificultades
de privación material, pero también de insuficiencia de ingresos
corrientes. De hecho, si nos fijamos en la evolución del valor medio del
índice de consumo, comprobamos que, con la llegada de la crisis económica,
la situación ha empeorado sobre todo en los hogares con rentas entre
el 40 y el 60% de la renta mediana equivalente.
(11) Destacamos que algunos valores medios relativos de los índices decrecen casi monotónicamente con el
aumento de la renta equivalente de los hogares.
80 Infancia, pobreza y crisis económica