PRESENTACIÓNEN EL CORAZÓN DE MARÍADecía Carlo Maria Martini que «desde el Concilio Vaticano II hastanuestros días, las élites eclesiásticas –sacerdotes, religiosos, religiosas,laicos comprometidos– experimentan cierta afasia, casi un bloqueoante una libre comunión de afectos con María, y piensan que dichacomunión es solo apropiada para gente simple».Una afirmación del que fuera Arzobispo de Milán que está cerca deuna cuestión quizá muy presente en nuestras vidas, a la que nos referimosa continuación.La concentración cristológica de la teología, la liturgia, la Escriturainterpretada críticamente de los últimos años, han desdibujado la figurade María y la devoción a su persona, hasta el punto de haber creadouna situación particular, en la que los agentes de pastoral y ministrosviven con frecuencia una doble espiritualidad: la propia, más sobria,más rigurosa, más fría, más científica, y otra ajena, la de la gente enmedio de la cual desempeñan su servicio pastoral.El número que propone <strong>Sal</strong> <strong>Terrae</strong> a las puertas de un nuevo tiempo deAdviento trata de contribuir a acercar esas dos espiritualidades.Se abre con «Devoción a María y buena pastoral sobre María», deJosé Cristo Rey García Paredes, quien comienza su colaboración presentandola tensión entre la piedad popular y la razón teológica sobreMaría. Dedica también unas páginas a la devoción a María en la historiay en nuestros días: «María ha sido continuamente re-imaginada, reelaboradapor olas de diferentes generaciones de devotos y admirado-sal terrae
EN EL CORAZÓN DE MARÍA843res... y emerge en nuestro tiempo en los espacios más insospechados».Y presenta en último lugar una reflexión sobre el carácter de todaacción pastoral de la Iglesia, que va acompañada de una propuestaactual de líneas pastorales sobre María.Pino di Luccio, profesor del Instituto Bíblico de Roma, ofrece una lecturade los conocidos pasajes bíblicos de la Anunciación (Lc 1,26-38)y la Visitación (Lc 1,39-45) desde la clave del reconocimiento e identificaciónde la historia e identidad del otro. Clave presente en elAntiguo Testamento, en pasajes como los relatos de la creación, la historiade Tamar (Génesis) o Rut, y que el Nuevo Testamento desarrollaen binomios como «embarazos-creación» (Lucas, Juan, Pablo) o«embarazos-resurrección» (Mateo, Juan, Pablo).De la mano de una buena conocedora de la iconografía mariana, MaríaLeticia Sánchez, los apuntes iconográficos de «Mariología en imágenes»invitan a los/las lectores/as de <strong>Sal</strong> <strong>Terrae</strong> a recorrer emblemáticoslugares como Roma, Atenas, Estambul, Padua, El Escorial, Madrid,Venecia, Nueva York, Washington, Granada, Murcia, Florencia, etc., yrecuerdan la rica imaginería en torno a la infancia de María, laNatividad de Jesús, la Pasión. Asimismo, presentan en su conclusióncómo se concibe la representación mariana hoy, depurada de excesosanteriores y cargada y atravesada por la experiencia religiosa actual yla aportación de la mariología feminista.«Los dogmas son cristalizaciones del amor de la comunidad cristianaa su Señor y a todo lo que tiene que ver con él». Así comienza el artículode Pedro Rodríguez Panizo en torno a «María, madre de Dios»,«María, siempre virgen», «María, Inmaculada», «María, asumpta alcielo». Unas formulaciones dogmáticas que convendría siempre situaren un marco cristológico, eclesiológico y antropológico, pues, en palabrasde H.U. von Balthasar, «toda la experiencia mariana está en funciónde la cristología y, por consiguiente, de la eclesiología». Unas formulacionesque nos acercan y aproximan, también en nuestros días, ala creyente por antonomasia.sal terrae