868PINO DI LUCCIO, SJ«No vivo yo, sino que Cristo vive en mi. La vida que vivo en elpresente, en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amóy se entregó por mí» (Ga 2,20; Flp 1,21-26; Col 3,1-3).Resumen y conclusionesLa Biblia hebrea presenta al ser humano como «originaria» y «concretamente»relacionado. Los relatos de Tamar y de Rut presentan el embarazocomo «identificación» y descubrimiento de identidades, probablementepara resaltar el carácter concreto de una comunión relacionalque desde la Creación distingue al ser humano como macho y hembra(Gn 1,27) y como carne y hueso de otro (Gn 2,23-24). A la luz de lasteologías que caracterizan los relatos bíblicos de la Creación, los embarazosde Rut y Tamar podrían entenderse como presentaciones delasunto de la comunión relacional «originaria», explicada como «identificación»y descubrimiento de identidades según los modelos de la«justicia» y la «piedad». Por medio de signos exteriores, Judá reconocecomo propio el «vacío» llenado por el embarazo de Tamar, según elmodelo de identificación relacional presentado por el primer relato dela Creación, donde la identificación exterior del ser humano (haAdam),por ser la imagen de Dios, lleva al reconocimiento interior de su propiaidentidad de macho y hembra (Gn 1,27). Por su parte, en el relatode Rut el «vacío» de Noemí fue llenado por un acto de «identificación»por «piedad», parecido al modelo de identificación del segundo relatode la Creación. Como en el relato de Rut la identificación de identidades–por piedad– llena el vacío de Noemí, así también en el segundorelato de la Creación el reconocimiento y la aceptación del «vacío» originarioe «interior» lleva a la identificación del otro como parte de laidentidad «propia». Como Noemí acoge en su seno al hijo de Rut y seencarga de criarlo como su propio hijo (Rt 4,16), así en el segundo relatode la Creación, al ver a la mujer, el Adam declara: «Esta sí que eshueso de mis huesos y carne de mi carne» (Gn 2,23).Rut y Tamar llevan un niño en su seno, expresión originaria y concretade relación con el otro como identificación y nueva identidad. Deuna manera parecida, en los escritos del Nuevo Testamento los creyentesexperimentan la presencia viva del Resucitado. Jesús crucificadoy muerto, con los signos de su pasión, vive en su carne en el cora-sal terrae
EMBARAZOS EN LA BIBLIA HEBREA Y EN EL NUEVO TESTAMENTO 869zón aterrorizado de los creyentes, infundiéndoles paz, calor y consuelo,y vive también en los cuerpos hambrientos, débiles y enfermos delos bautizados (2 Co 4,5-18). En la visión de Pablo, el creyente estableceuna comunión profunda con Jesús (Flp 3,7-11) –por la participaciónen su muerte y resurrección (Rm 6,1)– que hace posible la «identificación»con el Cuerpo de Cristo 6 . Mientras que Pablo parece presentarla experiencia de la Resurrección de Jesús según la teología delsegundo relato de la Creación –y el modelo relacional expresado por eltema del embarazo en el relato de Rut–, los relatos de la Resurrecciónde los evangelios canónicos parecen conformarse con el modelo relacionalque caracteriza la historia del embarazo de Tamar y con la teologíadel primer relato de la Creación. Por su parte, con los relatos dela Anunciación y de la Visitación Lucas podría haber unido la presentaciónde la comunión relacional originaria según el modelo del descubrimientode la identidad del otro como identidad propia y el de laidentificación a la identidad del otro. La «nueva» identidad de María,declarada por el ángel Gabriel en el día de la Anunciación, y la identificaciónde los «vacíos» milagrosamente llenados, en la Visitación, serían–en este caso– una manera de «anticipar» la novedad escatológicade la Resurrección de Jesús como inicio de una nueva comunión relacionaly como una nueva Creación.6. En la teología de Pablo, la vida nueva de miembros de un único Cuerpo es otorgadaa los creyentes por medio del bautismo, que es una experiencia de «identificación»interior con la muerte y la resurrección de Jesús, y es como un nuevonacimiento (Rm 6,3-6) y como una nueva Creación.sal terrae