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¿POR QUÉ LA IMPORTANCIA DE LA TUTORÍA EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR?
Como dato importante, diversos estudios y publicaciones
recientes arrojan que cada universidad o institución ha
tomado su propia estrategia con respecto a la actividad
tutorial reflejándose en su PIT (ANUIES, 2011), capacitando
para tal efecto a la planta docente a través de cursos y talleres
para su formación tutorial, y de esta manera ejercer la tutoría
de acuerdo a las necesidades y características particulares que
presenta el perfil del alumnado que ingresa a la institución.
Esto muchas veces es a través de teorías del aprendizaje más
que en las de enseñanza; en donde el tutor es el profesor que
orienta, asesora y acompaña al alumno durante su
estancia en la universidad (Cuevas, et al., 2011).
Toda esta información con lleva a hacer un análisis de que
existe la necesidad de implementar o de fortalecer el
programa de tutoría en cada Institución y que ésta debería ser
una capacitación continua que constantemente requiere un
cambio y revaloración. Un ejemplo de ello es el Instituto
Tecnológico de Sonora que realizó una Investigación
científica, cuyo tema se enfoca al “Impacto del Programa de
Tutoría en el desempeño académico de los alumnos del
Instituto” (Cuevas, et al., 2011). En la cual se detectan datos
importantes de género y de la calificación que obtienen en la
preparatoria y de la relación significativa con el rendimiento
académico de los estudiantes de ésta institución. Al igual se
percibió que los alumnos tienen las habilidades y estrategias
de aprendizaje para tener éxito, por lo que, es más probable
que deseen continuar y terminar sus estudios (Hendriksen,
Yang, Love y Hall, 2005). También, dicho estudio menciona
que el tutor debe favorecer el aprendizaje de los alumnos, ser
guía, orientador y proveer las herramientas necesarias para
que generen su propio conocimiento. Al respecto, Cruz,
Echeverría y Vales (2008) comentan que una de las
actividades prioritarias de la acción tutorial es el desarrollo
de estrategias, programación de las actividades de estudio,
aplicación de técnicas que fortalezcan habilidades
cognoscitivas, entre otras, que contribuyen a facilitar la
adaptación del estudiante al ambiente escolar para mejorar
sus habilidades de estudio e incrementar su desempeño
escolar (García, et al., 2012). Por eso, los estudiantes
deberían ser apoyados de manera integral, de tal forma que
les permita desarrollar sus habilidades de manera personal y
profesional. Y con ello, ayudarlos a alcanzar sus metas
profesionales y mejorar sus hábitos de estudio desde el inicio
de sus carreras.
Asimismo, es importante no olvidar el propósito de la tutoría
en la cual la idea central es atender problemas relacionados
con la eficiencia terminal, reprobación, habilidades de
estudio, dificultades de aprendizaje, estabilidad emocional,
actitudes hacia la profesión, entre otros (Cruz, Echeverría y
Vales, 2008). Por ejemplo, algunos autores han analizado a
un grupo de estudiantes por generación y se han dado cuenta
de la relevancia de la tutoría en relación con la eficiencia
terminal como estrategia educativa estructural dentro de los
programas educativos.
A este análisis lo complementa la publicación de la
Universidad del Rosario con una investigación científica
cuyo tema se enfoca en las “Estrategias pedagógicas como
herramienta educativa: La tutoría y el proceso formativo de
los estudiantes” (Orfa, et al., 2009). En esta publicación se
hace énfasis en la importancia de despertar en el estudiante
conciencia de su responsabilidad en el desarrollo y
construcción de su propio conocimiento aceptando la
necesidad de trabajar activamente para conseguirlo (Joel,
2006; Hardy, 2007). Se trata de despertar en el alumno no
solo la preocupación de obtener una calificación para obtener
una profesión, sino en preocuparse también en desarrollar sus
propias capacidades cognitivas y de comunicación, en lograr
una mejor forma de aprender para integrarse a una mejor
cultura académica que le permita finalmente alcanzar sus
objetivos y formarse de manera integral y competitiva en
nuestra sociedad. Son grandes los desafíos que debe enfrentar
el tutor para lograr la empatía en los tutorados, y podemos
observar que ambas partes deben fomentar una cultura para
lograr el éxito que se pretende al desarrollar profesionistas
para una mejor sociedad y equilibrio en el país.
En una publicación realizada por el autor Martínez (1987),
nos expresa en su resumen una esencia clara y objetiva de la
tutoría que a pesar del paso del tiempo es una competencia
que debe ser revisada constantemente con relación a la
actividad docente. Pero, ésta depende del sentido de la
universidad o de la institución y del enfoque social del
descubrimiento científico, por eso existen diferentes
alternativas de llevar a cabo esta actividad: Burocrática,
académica, docente, de iguales, grupal, y asesoramiento que
permiten el análisis crítico y la adopción de diversas
posibilidades para la formación de los estudiantes. En esta
publicación podemos observar que la tutoría no es una
estrategia o herramienta que llega a ser obsoleta, sino por el
contrario, requiere de modificaciones, de revisiones, mejoras
o adaptaciones al entorno social que rodea al estudiante.
Entonces, esto lleva a plantearse el compromiso institucional
y políticas claras para implementar y operar con éxito un
programa de tutorías a nivel superior. Esto significa que no
solo depende del docente, sino que también depende de una
serie de elementos dentro de los sistemas educativos y de
cada institución.
Sin embargo, el docente-tutor ejerce acción directa en el
proceso de apoyo a los estudiantes, buscando las mejores
estrategias de aprendizaje académica y no académica para
elevar los índices de aprovechamiento escolar entre los
estudiantes universitarios. Los diferentes roles que ejerce el
docente es un factor importante, su preparación debe ser
complementaria a la labor que ejerce en el aula, de ahí el éxito
o fracaso de la tutoría como primer acercamiento hacia el
alumno, para establecer la empatía con los alumnos.
Podemos tener a disposición toda la infraestructura que nos
provee la institución, pero el factor clave siempre será la
preparación que tenga el tutor para servir de orientador a los
alumnos.
12 REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. 31 NÚM. 64