You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
SALDÍVAR VALDEZ, A.<br />
aumento en el nivel del mar— significan la degradación e<br />
incluso la desaparición de estos hábitats que captan y<br />
almacenan carbono azul.<br />
El estrés por actividades antropogénicas se incrementa<br />
cuando se trata de los manglares, pues se pierden importantes<br />
fuentes de sumideros de carbono: “Las pérdidas en las<br />
reservas de carbono como resultado de la conversión de<br />
manglares en tierras de pastoreo (1,4<strong>64</strong> Mg CO 2-eq/ha)<br />
fueron siete veces superiores a las emisiones emanadas de la<br />
conversión de bosques secos y tres veces superiores a las<br />
emisiones resultantes de la conversión de selva amazónica en<br />
tierras de pastoreo”, según lo señala estudio de la UNAM<br />
sobre Pantanos de Centla, Tabasco 27 .<br />
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES<br />
Gracias a la economía ecológica podemos cuestionar el<br />
supuesto de que con la aplicación a ultranza de mecanismos<br />
de mercado se obtendría la máxima eficiencia y optimización<br />
en el consumo-uso y distribución de los recursos naturales.<br />
También este enfoque nos permite cuestionar aquellos<br />
argumentos que mencionan el libre comercio sin<br />
restricciones como benéfico para el medio ambiente.<br />
Por su parte, es a través de la ecología política que podemos<br />
incorporar los procesos políticos e institucionales a fin de<br />
lograr una visión más integral del complejo accionar de los<br />
ecosistemas y su relación con los servicios y funciones<br />
ambientales que proveen al hombre apoyándonos en el<br />
concepto de socio-ecosistemas.<br />
Las estrategias puramente de mercado y crematísticas no<br />
ofrecen tampoco soluciones adecuadas a los conflictos<br />
derivados de una situación de escasez, mala distribución,<br />
competencia e ingobernanza de los bienes comunes. En el<br />
caso de los humedales costeros se observa, inclusive desde el<br />
enfoque de la economía ambiental neoclásica, fallas en el<br />
reconocimiento y medición de las externalidades positivas<br />
que se dejan de recibir o se pierden por el daño ambiental<br />
derivado del radical cambio de uso de suelo.<br />
¿Cuáles serían las principales conclusiones y lecciones<br />
aprendidas con respecto a este infortunado tema que nos<br />
ocupa?<br />
El ejercicio analítico para entender las claves de Tajamar nos<br />
permite ver no sólo las fallas de las instituciones y de las<br />
políticas orientadas a la protección ambiental, sino lo que<br />
consideramos más importante, a saber: que el crecimiento<br />
económico del país es insustentable y estar altamente<br />
subsidiado a través de la explotación y agotamiento de los<br />
recursos naturales. En segundo lugar, no hay lecciones<br />
aprehendidas: la naturaleza sí tiene memoria, los políticos e<br />
intereses desarrollistas NO. Evidentemente, se ignora y<br />
subestima el hecho que los costos por externalidades<br />
positivas ambientales y los intangibles que se pierden,<br />
además los riesgos implícitos por la ausencia de barreras<br />
naturales resultan mucho mayores que los beneficios<br />
crematísticos y monetarios que se obtienen con esos<br />
desarrollos.<br />
Incluso los análisis cuantitativos pueden demostrar que estas<br />
externalidades superan los beneficios económicos derivados<br />
del cambio de uso del suelo.<br />
Para el grupo dominante, de nueva cuenta la depredación, el<br />
agotamiento y sobreexplotación de los recursos naturales y el<br />
extractivismo continúan siendo, en muchos sentidos, una<br />
especie de salvavidas para seguir flotando en la crisis<br />
económica que azota el país durante más de una década. Es<br />
decir, se trata de un modelo cuyas tablas de flotación se<br />
apuntalan en un crecimiento económico insustentable. Más<br />
aún, la apropiación y virtual expropiación del espacio público<br />
y bien común natural por parte del gran capital, donde las<br />
prácticas y políticas de funcionarios y agentes<br />
gubernamentales terminan sirviendo los intereses de éste.<br />
La destrucción de este humedal costero y “capital” natural<br />
crítico es un claro ejemplo de las políticas de crecimiento a<br />
costa de la degradación y el agotamiento de los recursos<br />
naturales vitales, donde se privilegia el hormigón y las<br />
construcciones de lujo socialmente excluyentes por sobre la<br />
protección del hábitat natural. Las autoridades han pasado<br />
por alto, incluso, las ventajas potenciales del ecoturismo,<br />
cuando la biodiversidad, la biocultura y la riqueza de flora y<br />
fauna locales constituyen un atractivo para el turismo<br />
nacional e internacional.<br />
Se deben asegurar los derechos de las comunidades locales<br />
sobre sus tierras, particularmente de las franjas de litorales a<br />
fin de proteger bosques y manglares y que no sean sujetos a<br />
la compra-venta. Existe una responsabilidad ético-ambiental<br />
que va más allá del “crecimiento” económico y de cuidar la<br />
salud humana a la par que la pachamama.<br />
Una de las lecturas más importantes que nos deja el análisis<br />
del ecocidio de Tajamar es que éste sí ocurrió, pues se dio<br />
una destrucción violenta y sistemática de un recurso crítico<br />
para los ecosistemas costeros, debilitando aún más las<br />
barreras naturales frente a los fenómenos climáticos que se<br />
han venido intensificado durante las últimas décadas y cuya<br />
única justificación, si acaso, fue de índole pecuniaria no<br />
social, apoyándose en un permiso de impacto ambiental a<br />
todas luces incorrecto, sin consulta a la población y que se<br />
otorga a un gobierno donde privaba la corrupción e<br />
27<br />
Vale decir, al capturar y almacenar carbono, los manglares liberan menos<br />
carbono que otros ecosistemas forestales porque los suelos de éstos tienen<br />
promedios de descomposición bajos y por lo tanto el almacenamiento de<br />
carbono en el suelo puede ser más alto que en los sistemas forestales de agua<br />
dulce. Fuente: Ideas, s.f. “LA CONSERVACION DE LOS MANGLARES<br />
Vs. EL DESARROLLO TURISTICO”.<br />
58 REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. <strong>31</strong> NÚM. <strong>64</strong>