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LÓPEZ RUIZ K.A., HERNÁNDEZ GARCÍA H., PÉREZ CERVERA, L.T. Y ROBERT ARIAS J.L<br />
variando el estado actual de las cosas gradualmente y en<br />
forma progresiva; el cambio revolucionario, por medio del<br />
cual se modifican las cosas de manera precipitada, impuesta<br />
y sin tomar en consideración el punto de vista de la otra parte<br />
y el cambio sistemático, a través del cual el mismo se realiza<br />
mediante el diseño de programas de cambio planificados. El<br />
cambio revolucionario origina un fenómeno denominado<br />
“resistencia al cambio”.<br />
Según Firth (2000) la resistencia se produce por la<br />
imposición presente en el proceso y la incertidumbre que se<br />
genera en la gente, incluso a nivel administrativo, al percibir<br />
un cierto grado de amenaza en la nueva forma de hacer las<br />
cosas. Las resistencias al cambio se pueden dar por diversas<br />
causas: pérdida de los beneficios obtenidos en la situación<br />
actual, desconocimiento de los beneficios de la nueva<br />
situación y la incertidumbre en relación al nuevo desempeño.<br />
En relación al manejo de la resistencia, el autor citado señala:<br />
una forma de disminuir el impacto negativo del cambio en<br />
una organización, es a través de su gestión. Esto implica<br />
adoptar estrategias educativas, de sensibilización y<br />
negociación. Para lograrlo, se puede recurrir a cuatro<br />
recursos: la gente (a través del desarrollo personal, la<br />
formación permanente y la armonía hombre-trabajo), el<br />
conocimiento (a través de la gestión de la tecnología y<br />
manejo de los riesgos y oportunidades), la información<br />
(compartida, útil, con manejo de una planificación visible y<br />
compartida) y el liderazgo (con la articulación de la visión,<br />
la convicción personal, la participación y el reconocimiento<br />
de los logros).<br />
Aspectos económicos de las MiPymes.<br />
Las micro, pequeñas y medianas empresas son relevantes en<br />
México, tanto en lo que se refiere a producto, como a<br />
personal ocupado y a número de establecimientos. Según los<br />
resultados de los Censos Económicos 2009 (Tabla 1), en<br />
2008 había 5.194.811 unidades que realizaron alguna<br />
actividad económica y en las cuales trabajaron 27.748.563<br />
personas. De estos totales, 97,9% de las unidades y 87,2%<br />
del personal ocupado correspondieron en conjunto a la<br />
industria manufacturera, al comercio y a los servicios. Según<br />
estimaciones del Banco Mundial (BM, 2008), las pymes<br />
proporcionaron 52% del PIB y representaron 99,6% de las<br />
unidades económicas, mientras que cifras de la Secretaría de<br />
Economía señalan que éstas contribuyeron con <strong>64</strong>% del<br />
empleo (SE, 2008).<br />
Año<br />
Tabla 1. Unidades económicas y personal ocupado en México<br />
Unidades<br />
económicas<br />
Porcentaje de<br />
participación<br />
manufacturas, comercio<br />
y servicio<br />
Personal<br />
ocupado<br />
total<br />
Porcentaje<br />
participación<br />
manufacturas,<br />
comercio y servicio<br />
2003 4 290 108 97,3 16 239 536 88,7<br />
2008 5 194 811 97,9 27 748 563 87,2<br />
Fuente: Elaboración propia con cifras del INEGI, Censos económicos 2004 y 2009.<br />
Con respecto a lo anterior de manera detallada se muestra lo<br />
siguiente, en México el 95,2% (4,8 millones) de las<br />
compañías son microempresas, el 4,3% (221.194) pequeñas<br />
empresas, el 0,3% (15.432) medianas y el 0,2% (10.288)<br />
grandes firmas. Las microempresas emplean al 45,6% de<br />
todos los trabajadores, las pequeñas al 23,8%, las medianas<br />
al 9,1% y las grandes al 21,5%, esto se debe a que, a pesar de<br />
que son pocas las compañías de gran tamaño, ocupan más de<br />
10,000 empleados. En relación al giro empresarial, las firmas<br />
que residen en nuestro país agrupan sobre todo en el sector<br />
de los servicios (47,1%), comercio (26%), manufacturas<br />
(18%) y otros (8,9%).<br />
En el caso de Yucatán, se cuenta con un total de 103,434<br />
unidades económicas (Directorio Estadístico Nacional de<br />
Unidades Económicas, 2013), de las cuales el 42.71%<br />
corresponde al sector de comercio; el 21.46%, a la industria<br />
manufacturera; el 32.76%, a servicios privados no<br />
financieros.<br />
Con respecto a lo anterior de manera detallada se muestra lo<br />
siguiente: en Yucatán de 103, 434 unidades económicas<br />
97,085 son microempresas, 5, 304 son empresas pequeñas,<br />
877 son medianas y 168 son empresas grandes. (Tabla 2).<br />
Tabla 2. Unidades económicas en Yucatán<br />
Tamaño Número de trabajadores Número de Unidades<br />
Económicas<br />
Micro 1 a 10 trabajadores 97, 085<br />
Pequeña 11 a 50 trabajadores 5, 305<br />
Mediana 51 a 250 trabajadores 877<br />
Grande 251 y más 168<br />
TOTAL 103,434<br />
Fuente: Elaboración propia con cifras del INEGI, Censos económicos 2009<br />
y resultados del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas,<br />
2013.<br />
A pesar de sus fortalezas y su enorme contribución a la<br />
economía del país y del Estado, Viana, H. y otros (1999)<br />
plantean que las empresas del sector de las micro, pequeñas<br />
y medianas empresas se han visto imposibilitadas en la<br />
adaptación de tecnologías de punta como los sistemas de<br />
información por su naturaleza de índole familiar y los<br />
supuestos administrativos tradicionales de los fundadores.<br />
Esta cuestión se ve agravada por ignorar como diagnosticar<br />
y administrar los cambios que se deben realizar para alinear<br />
los diferentes subsistemas de la empresa con las pautas y<br />
requerimientos de las nuevas tecnologías.<br />
Complementando el señalamiento anterior no basta con que<br />
las empresas dispongan de sofisticada tecnología productiva<br />
y administrativa si no existe un proceso que lleve, por una<br />
parte, a la internalización de su valor e importancia y, por la<br />
otra, actividades de aprendizaje colectivo acerca de los usos<br />
y aprovechamiento adecuado de los mismos. Debido a ello<br />
las MiPymes mexicanas no han alcanzado un nivel de<br />
competitividad suficiente como para posicionarse en el<br />
mercado global, ni para integrarse plenamente como<br />
proveedores de grandes empresas. Su tasa de mortalidad<br />
pone de manifiesto el bajo nivel de desempeño de estas<br />
organizaciones: de las 200 mil empresas que anualmente<br />
abren sus puertas en México cada año, solamente 35 mil<br />
sobreviven dos años más tarde (Tan, López-Acevedo y otros,<br />
REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. <strong>31</strong> NÚM. <strong>64</strong> 35