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ter de hipótesis es compensado de muchas maneras. La inseguridad<br />
no es mayor que lo que debe ser en virtud de los medios<br />
intelectuales y técnicos con que se cuenta y que, en general,<br />
han probado su utilidad, y la formulación de tales hipótesis,<br />
en cuanto tal y por pequeña que sea su verosimilitud, vale<br />
como un logro socialmente necesario y valioso que, en sí mismo,<br />
en todo caso no es hipotético. La formación de hipótesis, el<br />
trabajo teórico en general, es una actividad para la cual existe,<br />
en la situación social presente, una fundamental posibilidad<br />
de aplicación, es decir, una demanda. Si ella es pagada por debajo<br />
de su valor, o incluso si no puede ser vendida, comparte<br />
simplemente el destino de otros trabajos concretos y, quizás,<br />
útiles, desechados por esta economía. No obstante, ellos la suponen<br />
y forman parte del proceso económico en su totahdad,<br />
tal como se cumple bajo determinadas condiciones históricas.<br />
Esto nada tiene que ver con la pregunta sobre si los esfuerzos<br />
científicos mismos son productivos en sentido estricto. En este<br />
sistema hay demanda para una enorme cantidad de productos<br />
llamados científicos; son apreciados de los más diversos modos,<br />
y una parte de los bienes que provienen realmente de un<br />
trabajo productivo es gastada en ellos, sin que esto implique<br />
nada respecto de su propia productividad. También la ociosidad<br />
de ciertos sectores de la actividad universitaria, así como<br />
la ingeniosidad vacía, la formación metafísica o no metafísica,<br />
de ideologías, tienen, junto con otros requerimientos surgidos<br />
de los antagonismos de la sociedad, su importancia social, sin<br />
que en el período actual sean realmente adecuados a los intereses<br />
de alguna mayoría notable de la sociedad. Una actividad<br />
que contribuye a la existencia de la sociedad en su forma dada<br />
no necesita, en modo alguno, ser productiva, es decir crear valores<br />
para una empresa. No obstante ello, puede pertenecer a<br />
ese sistema y contribuir a posibilitarlo; es lo que ocurre, en<br />
verdad, con la ciencia especializada.<br />
Ahora bien, hay un comportamiento humano " que tiene por<br />
objeto la sociedad misma. No está dirigido solamente a subsanar<br />
inconvenientes, pues para él estos dependen más bien de<br />
la construcción de la sociedad en su conjunto. Si bien se origina<br />
en la estructura social, no está empeñado, ni por su intención<br />
consciente ni por su significado objetivo, en que una cosa<br />
14 Este comportamiento es designado, en ¡o que sigue, como «crítico».<br />
La palabra se entiende aquí no tanto en el sentido de la crítica idealista<br />
de la razón pura, como en el de la crítica dialéctica de la economía<br />
política. Se refiere a una característica esencial de la teoría dialéctica<br />
de la sociedad.<br />
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