You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
dependiente de determinados intereses y valoraciones. Según el<br />
materialismo, son incompatibles la obligación incondicionada<br />
de la ciencia para con la verdad y su presunta neutralidad respecto<br />
de los valores, en tanto que para el positivismo actual<br />
ambas se confunden. Forma parte de la autocomprensión de<br />
una doctrina el reflexionar sobre lo siguiente: aun en los actos<br />
de generalización que la condujeron a sus conceptos fundamentales,<br />
y con mayor razón en los pasos singulares que llevan<br />
a comprender un transcurso concreto, se expresa la situación<br />
de vida, es decir, ciertos intereses, y estos determinan la dirección<br />
de los pensamientos. De lo contrario, ya puede la teoría<br />
sacar a luz resultados valiosos y satisfacer un fin inmediato;<br />
carecerá de verdad filosófica. Esta exige que en los pensamientos<br />
tenga su lugar la conciencia del papel social que les es propio,<br />
porque lo que ellos sean solo resulta comprensible a partir<br />
de la realidad en la que son significativos. La verdad filosófica<br />
exige claridad sobre el contexto histórico en el cual está<br />
incluida una construcción intelectual, y para esto es necesaria<br />
la praxis en cuyo transcurso se origina, actúa y modifica aque*<br />
Ha construcción. Esta exigencia de la dialéctica no se satisface,<br />
por cierto, con ningún análisis carente de orientación y en apariencia<br />
desinteresado, pues no hay en absoluto un conocimiento<br />
meramente intelectual. El valor del pensamiento objetivo<br />
y de la autocrítica, estos dos momentos de la teoría, depende<br />
de la relación que tengan con la praxis. Los pensamientos correctos<br />
por sí solos, incluso cuando se refieren a la «sociedad»,<br />
pueden ser perfectamente indiferentes. Hay muchas verificaciones<br />
y análisis posibles; cuando los intereses de la humanidad<br />
y las tendencias históricas que los fomentan no se expresan<br />
en ellos, lo habitual es que tras las categorías actuales solo se<br />
esconda una adaptación privada o la huida ante la realidad. La<br />
antropología tiene en común con el pensamiento dialéctico el<br />
rechazo de una supuesta neutralidad de valoración; la teoría de<br />
Scheler sobre los presupuestos morales del conocimiento parece<br />
una conclusión extraída del actual estado del mundo. También<br />
la conciencia de la propia historicidad constituye up tema<br />
principal de la antropología moderna. «El hecho de que toda<br />
antropología filosófica esté históricamente comprometida, también<br />
la nuestra (...) es algo en principio insuperable y en modo<br />
alguno hay que valorarlo negativamente».* La exigencia que<br />
emana de esto —tomar conciencia en detalle del respectivo<br />
nexo de teoría y praxis, nexo siempre cambiante— apunta a la<br />
6 P. L. Landsberg, op. cit., pág. 41.<br />
58