24.07.2018 Views

El club de los negocios raros - Chesterton

LAS EXTRAORDINARIAS AVENTURAS DEL COMANDANTE BROWN

LAS EXTRAORDINARIAS AVENTURAS DEL COMANDANTE BROWN

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

el camino.<br />

Y diciendo esto condujo rápidamente al aturdido bibliotecario por la puerta trasera hasta<br />

el recibidor.<br />

-Señor Bingham -dijo Basil acercándole una silla-. Supongo que la señorita Chadd le<br />

habrá puesto al corriente <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sdichado suceso.<br />

-En efecto, señor Grant -dijo Bingham mirando a la mesa con cierto nerviosismo <strong>de</strong><br />

conmiseración-. No podría expresar cuánto me aflige esta horrenda calamidad. Es<br />

verda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong>solador que la cosa haya ocurrido en el preciso momento en que<br />

habíamos <strong>de</strong>cidido otorgar a su eminente amigo un cargo que está muy por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> sus<br />

méritos. Claro está que ahora... la verdad, ya no se lo que <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cir. Es posible, por<br />

supuesto, y sinceramente lo <strong>de</strong>seo, que el profesor Chadd conserve su valiosa y<br />

extraordinaria inteligencia, pero me temo, lo temo muy <strong>de</strong> veras, que no pueda ejercer el<br />

cargo <strong>de</strong> archivero <strong>de</strong> <strong>los</strong> manuscritos asiáticos... así... bailando <strong>de</strong> un lado a otro.<br />

-Tengo que hacerle a usted una proposición -dijo Basil sentándose en una silla y<br />

acercándola a la mesa.<br />

-Le oiré con sumo gusto, ni que <strong>de</strong>cir tiene -dijo el representante <strong>de</strong>l British Museum,<br />

tosiendo y aproximando también su silla.<br />

<strong>El</strong> tictac <strong>de</strong>l reloj <strong>de</strong> la chimenea sólo se oyó durante <strong>los</strong> breves segundos que precisó<br />

Basil para aclararse la voz y reconcentrar sus i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> lo cual dijo:<br />

-Mi proposición es la siguiente. No creo que en el sentido estricto <strong>de</strong> la palabra pueda<br />

llamarse un pacto, pero tiene algo <strong>de</strong> ese carácter. Mi proposición consiste en que el<br />

Gobierno (por mediación, presupongo, <strong>de</strong>l British Museum) abone al profesor Chadd la<br />

cantidad <strong>de</strong> ochocientas libras anuales hasta que <strong>de</strong>je <strong>de</strong> bailar.<br />

-¡Ochocientas libras anuales! -exclamó el señor Bingham, que por primera vez alzó sus<br />

mansos ojos azules para mirar a su interlocutor, aunque sin per<strong>de</strong>r su mansedumbre-. Me<br />

parece que no le he entendido bien. ¿Ha dicho usted en serio que el profesor Chadd <strong>de</strong>be<br />

ser empleado en su actual estado en el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> manuscritos asiáticos con el<br />

sueldo <strong>de</strong> ochocientas libras anuales?<br />

Grant meneó la cabeza <strong>de</strong>cididamente.<br />

-No, señor-contestó con firmeza-. No he dicho eso. Chadd es mi amigo y yo sería capaz<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir por él todo lo que fuera, pero no diré, no puedo <strong>de</strong>cir, que <strong>de</strong>ba ser empleado en<br />

<strong>los</strong> manuscritos asiáticos. No llegaré a tanto. Lo único que digo es que hasta que <strong>de</strong>je <strong>de</strong><br />

bailar se le paguen ochocientas libras. Seguramente tendrán uste<strong>de</strong>s algún fondo especial<br />

para la dotación <strong>de</strong> las investigaciones.<br />

<strong>El</strong> señor Bingham pareció <strong>de</strong>sconcertado.<br />

-No acabo <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r lo que usted dice -respondió parpa<strong>de</strong>ando-. ¿Preten<strong>de</strong> usted<br />

que le <strong>de</strong>mos a ese lunático <strong>de</strong>clarado cerca <strong>de</strong> mil libras anuales mientras viva?<br />

-Nada <strong>de</strong> eso -exclamó Basil sagazmente triunfante-. No he dicho mientras viva. Nada <strong>de</strong><br />

eso.<br />

-¿Cómo entonces? -preguntó el melifluo Bingham reprimiendo el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> mesarse <strong>los</strong><br />

cabel<strong>los</strong>-. ¿Cuánto va a durar la dotación? ¿Hasta su muerte, no? ¿Hasta el día <strong>de</strong>l juicio?<br />

-No -dijo Basil radiante-, sólo hasta cuando yo he dicho: hasta que haya <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> bailar.<br />

Página 70

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!