Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas
Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas
Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS<br />
Efectos sobre la conducta<br />
La percepción <strong><strong>de</strong>l</strong> tiempo se hace más lenta, y hay una sensación <strong>de</strong> relajación y<br />
<strong>de</strong> una conciencia sensorial aguzada. La percepción <strong>de</strong> mayor confianza en uno<br />
mismo y mayor creatividad no está asociada con un mejor rendimiento.<br />
Asimismo, hay disminución en la memoria a corto plazo y en la coordinación<br />
motora. Los efectos centrales <strong>de</strong>scritos a veces como <strong>de</strong> relevancia clínica son<br />
analgesia, acción antiemética y antiepiléptica y más apetito (O´Brien, 2001). Los<br />
<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la cannabis producen claras reacciones motivacionales subjetivas en<br />
humanos, lo que conduce a comportamientos <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> drogas y uso<br />
repetido. Ciertamente, los <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la cannabis son las drogas ilícitas que se<br />
emplean más comúnmente en todo el mundo (Adams y Martin, 1996).<br />
Los estudios en animales han <strong>de</strong>mostrado que los canabinoi<strong>de</strong>s cumplen con<br />
la mayoría <strong>de</strong> las características atribuidas a <strong>sustancias</strong> con propieda<strong>de</strong>s<br />
reforzantes (revisado en Maldonado y Rodríguez <strong>de</strong> Fonseca, 2002). Por consiguiente,<br />
se han comprobado efectos subjetivos en animales, utilizando un<br />
amplio rango <strong>de</strong> dosis <strong>de</strong> canabinoi<strong>de</strong>s en el paradigma <strong>de</strong> discriminación <strong>de</strong><br />
drogas. Las características gratificantes <strong>de</strong> estos efectos subjetivos en animales se<br />
han <strong>de</strong>finido por medio <strong>de</strong> la preferencia condicionada <strong>de</strong> lugar y el paradigma<br />
<strong>de</strong> autoestimulación intracraneal. De igual manera, los estudios en animales han<br />
revelado que los canabinoi<strong>de</strong>s interactúan con los circuitos <strong>de</strong> recompensa <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
cerebro y comparten algunas características bioquímicas con otras <strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong><br />
(por ejemplo, cambios en la actividad opioi<strong>de</strong> y dopaminérgica) directamente<br />
relacionadas con sus propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> reforzamiento (Koob, 1992). Estos<br />
<strong>de</strong>scubrimientos bioquímicos fundamentan claramente la capacidad productora<br />
<strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong> <strong>de</strong> los canabinoi<strong>de</strong>s que se ha reportado en humanos.<br />
Mecanismos <strong>de</strong> acción<br />
Los receptores canabinoi<strong>de</strong>s y sus ligandos endógenos constituyen en conjunto<br />
lo que ahora se conoce como “sistema endocanabinoi<strong>de</strong>”. Los canabinoi<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> plantas o sus análogos sintéticos son clásicos agonistas <strong>de</strong> receptores<br />
canabinoi<strong>de</strong>s (revisado en Pertwee, 1999; Reggio y Traore, 2000; Khanolkar,<br />
Palmer y Makriyannis, 2000).<br />
Los compuestos canabinoi<strong>de</strong>s inducen sus efectos farmacológicos activando dos<br />
distintos receptores que han sido i<strong>de</strong>ntificados y clonados: el receptor canabinoi<strong>de</strong><br />
CB-1, que se expresa marcadamente en el sistema nervioso central (Devane y colab.,<br />
1988; Matsuda y colab., 1990), y el receptor canabinoi<strong>de</strong> CB-2, ubicado en los tejidos<br />
periféricos principalmente a nivel <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema inmunológico (Munro, Thomas<br />
y Abu-Shaar, 1993). El THC y sus análogos <strong>de</strong>muestran una buena correlación entre<br />
su afinidad para estos receptores y sus efectos, lo cual <strong>de</strong>nota que estos receptores<br />
son los blancos <strong>de</strong> estos compuestos. Tras la i<strong>de</strong>ntificación <strong><strong>de</strong>l</strong> primer receptor canabinoi<strong>de</strong>,<br />
se inició la búsqueda <strong>de</strong> un ligando endógeno para el mismo. El <strong>de</strong>scubrimiento<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> primer ligando canabinoi<strong>de</strong> endógeno (endocanabinoi<strong>de</strong>) tuvo lugar<br />
en 1992, cuando se aisló la anandamida, o araquidonil-etanolamida, <strong>de</strong> cerebros <strong>de</strong><br />
cerdo (Devane y colab., 1992). En 1995 se <strong>de</strong>scubrió un segundo tipo <strong>de</strong> endo-<br />
86