Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas
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Los usuarios <strong>de</strong> anfetamina generalmente la ingieren en cantida<strong>de</strong>s cada vez<br />
mayores, en “series” que duran <strong>de</strong> 3 a 6 días. Al ser mo<strong><strong>de</strong>l</strong>ado en animales este<br />
uso continuo, se observan cambios consistentes en el comportamiento con efectos<br />
similares a las alucinaciones. Este patrón <strong>de</strong> <strong>consumo</strong> es neurotóxico y provoca<br />
daño cerebral. La infusión continua <strong>de</strong> dosis bajas <strong>de</strong> anfetamina en ratas produce<br />
un agotamiento <strong>de</strong> la dopamina nigroestriada, en sus precursores,<br />
metabolitos y receptores (Robinson y Becker 1986).<br />
El empleo prolongado <strong>de</strong> metanfetamina disminuye la disponibilidad <strong>de</strong><br />
receptor <strong>de</strong> dopamina D2 en el caudado y el putamen, así como el índice<br />
metabólico en la corteza orbitofrontal (Volkow y colab., 2001a) (véase Figura<br />
4.3), a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que lleva a la pérdida <strong>de</strong> transportadores <strong>de</strong> dopamina, asociada<br />
con problemas motores y cognitivos (Volkow y colab., 2001b).<br />
Existen pocos datos sobre la proporción <strong>de</strong> los usuarios actuales <strong>de</strong> anfetaminas<br />
que son <strong>de</strong>pendientes (véase Recuadro 4.7). Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />
médica indica que algunos fármacos anti<strong>de</strong>presivos pue<strong>de</strong>n disminuir la avi<strong>de</strong>z<br />
<strong>de</strong> anfetamina (Srisurapanont, Jarusuraisin y Kittirattanapaiboon, 2001). Sin<br />
embargo, esto también podría relacionarse con la comorbilidad <strong>de</strong> la <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong><br />
<strong>de</strong> psicoestimulantes y con la <strong>de</strong>presión (véase Capítulo 6).<br />
Éxtasis<br />
4. PSICOFARMACOLOGÍA DE LA DEPENDENCIA DE LAS DIFERENTES CLASES DE DROGAS<br />
Introducción<br />
El éxtasis o 3,4-metilenodioximetanfetamina (MDMA) es una anfetamina sintética<br />
también conocida como XTC, E, Adam, MDM o “droga <strong><strong>de</strong>l</strong> amor” (Shaper,<br />
1996). El éxtasis pue<strong>de</strong> clasificarse como un psicoestimulante que pertenece al mismo<br />
grupo <strong>de</strong> la cocaína y las anfetaminas, ya que que muchos <strong>de</strong> sus efectos agudos son<br />
similares a estas <strong>sustancias</strong>. Asimismo, es posible clasificarlo como un alucinógeno,<br />
<strong>de</strong>bido a la inducción potencial <strong>de</strong> alucinaciones, si se utiliza en dosis extremadamente<br />
elevadas (American Psychiatric Association, 1994; OMS, 2001). Dado que<br />
los efectos subjetivos <strong>de</strong> la MDMA en humanos no son iguales a los producidos por<br />
el LSD, ni su estructura o actividad farmacológica son similares a los alucinógenos,<br />
se ha propuesto el término “entactógenos”, que significa “entrar en contacto con<br />
uno mismo” (Nichols, 1986; Morgan, 2000), para <strong>de</strong>finir una nueva clase farmacológica.<br />
Conforme aumenten los conocimientos sobre los efectos <strong>de</strong> las drogas, su<br />
clasificación se hará más precisa. El uso <strong><strong>de</strong>l</strong> éxtasis se ha asociado recientemente con<br />
la ten<strong>de</strong>ncia global <strong>de</strong> las fiestas raves y la música techno (OMS, 2001).<br />
Los efectos psicoestimulantes <strong>de</strong> la MDMA se observan <strong>de</strong> 20 a 60 minutos<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la ingestión oral <strong>de</strong> dosis mo<strong>de</strong>radas (50–125 mg) y duran <strong>de</strong> 2 a 4<br />
horas (Grispoon y Bakalar, 1986). Los niveles máximos en plasma <strong><strong>de</strong>l</strong> éxtasis<br />
ocurren 2 horas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la administración oral; 24 horas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la última<br />
dosis, sólo quedan niveles residuales (Verebey, Alrazi y Jafre, 1988; Cami y colab.,<br />
1997). La MDMA tiene un perfil farmacocinético no lineal: el <strong>consumo</strong> <strong>de</strong> dosis<br />
elevadas <strong>de</strong> la sustancia pue<strong>de</strong> producir una <strong>de</strong>sproporcionada elevación <strong>de</strong> los<br />
niveles <strong><strong>de</strong>l</strong> éxtasis en el plasma (Cami y colab., 1997; <strong>de</strong> la Torre y colab., 2000).<br />
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