Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas
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1. INTRODUCCIÓN<br />
subestimar el <strong>consumo</strong>, especialmente en los países en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, don<strong>de</strong><br />
es significativo el <strong>consumo</strong> no registrado <strong>de</strong> bebidas <strong>de</strong> <strong>de</strong>stilación local. Con el<br />
fin <strong>de</strong> mejorar la medición <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>consumo</strong> per cápita, la OMS financió proyectos<br />
<strong>de</strong> investigación en cuatro países (Brasil, China, India y Nigeria) para <strong>de</strong>terminar<br />
el nivel <strong>de</strong> <strong>consumo</strong> no registrado en estos lugares.<br />
Se espera que una mayor precisión en las estimaciones sobre el uso <strong>de</strong> alcohol<br />
producirá un mejor conocimiento <strong>de</strong> la asociación entre el uso y sus problemas.<br />
Al respecto, cabe hacer notar el proyecto <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong> riesgos comparativos<br />
(ARC) <strong>de</strong> la OMS. El ARC utiliza datos <strong>de</strong> <strong>consumo</strong> per cápita junto con<br />
patrones <strong><strong>de</strong>l</strong> beber para vincular el uso con la carga <strong>de</strong> morbilidad (Rehm y<br />
colab., 2002). Un enfoque basado en patrones <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>consumo</strong> <strong>de</strong> alcohol supone<br />
que la forma en que es consumido se asocia estrechamente con las enfermeda<strong>de</strong>s<br />
que produce. Beber durante las comidas, por ejemplo, está asociado con un<br />
menor riesgo <strong>de</strong> problemas que el beber en fiestas o lugares públicos. En el análisis<br />
ARC se han asignado cuatro valores <strong>de</strong> patrones, don<strong>de</strong> 1 es el menos peligroso<br />
y 4 el más nocivo. En el valor <strong><strong>de</strong>l</strong> patrón 1, hay algunas ocasiones <strong>de</strong><br />
mucho beber, casi siempre en comidas, en tanto que el valor <strong><strong>de</strong>l</strong> patrón 4 se<br />
caracteriza por numerosas ocasiones en que se bebe mucho, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> hacerlo<br />
entre comidas. La Tabla 1.2 muestra los valores <strong>de</strong> patrones para distintas<br />
regiones <strong>de</strong> la OMS, don<strong>de</strong> cada región se divi<strong>de</strong> en cuando menos dos subregiones.<br />
Los valores para algunas regiones se basan en datos agregados limitados,<br />
y sólo indican el patrón <strong>de</strong> beber en estas regiones.<br />
En la región africana se observó un incremento constante en el <strong>consumo</strong> per<br />
cápita en los años setenta, y una <strong>de</strong>clinación a partir <strong>de</strong> la década siguiente. Sin<br />
embargo, el patrón <strong>de</strong> beber ha tendido hacia mayores niveles entre varones en<br />
la mayoría <strong>de</strong> los países don<strong>de</strong> se bebe conforme al valor <strong><strong>de</strong>l</strong> patrón 3 <strong>de</strong> las estimaciones<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> ARC. Tal es el caso <strong>de</strong> Gabón, Ghana, Kenia, Lesotho, Senegal y<br />
Sudáfrica, por ejemplo. Sin embargo, existen pocos países (por ejemplo Zambia<br />
y Zimbawe) don<strong>de</strong> el valor <strong><strong>de</strong>l</strong> patrón es 4. El patrón nocivo <strong>de</strong> beber en muchos<br />
países subsaharianos ha aparecido en varias encuestas (por ejemplo Mustonen,<br />
Beukes y Du Preez, 2001; Obot, 2001). En la mayoría <strong>de</strong> los países las mujeres<br />
beben consi<strong>de</strong>rablemente menos que los varones, y en algunos <strong>de</strong> estos países el<br />
índice <strong>de</strong> abstención para mujeres mayores es muy elevado.<br />
En la región <strong>de</strong> las Américas, el beber intenso (es <strong>de</strong>cir, tomar 5 o más bebidas<br />
en cuando menos una ocasión durante un mes) es un comportamiento <strong>de</strong> beber<br />
común entre jóvenes. Tanto el <strong>consumo</strong> <strong>de</strong> alcohol como el beber intenso se<br />
reportan con mucha mayor frecuencia entre varones que entre mujeres tanto en<br />
México como en Estados Unidos (OMS, 1999; Medina-Mora y colab., 2001).<br />
Aunque México tiene un <strong>consumo</strong> per cápita <strong>de</strong> alcohol relativamente bajo, el<br />
valor <strong><strong>de</strong>l</strong> patrón para ese país es 4. Esto se <strong>de</strong>be a que hay una alta frecuencia <strong>de</strong><br />
beber intenso, especialmente entre los jóvenes, durante fiestas.<br />
El beber intenso entre jóvenes también es común en la región <strong><strong>de</strong>l</strong> Pacífico occi<strong>de</strong>ntal.<br />
Aunque hubo cierta disminución en los índices <strong><strong>de</strong>l</strong> beber en Australia y Nueva<br />
Zelanda, el 50% <strong>de</strong> los jóvenes varones en estos países, así como en Corea <strong><strong>de</strong>l</strong> Sur<br />
y Japón, numerosas veces beben hasta la intoxicación. La Tabla 1.2 muestra los índices<br />
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