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Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas

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NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS<br />

rocientíficas para tratar y prevenir las farmaco<strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong>s. Esto se <strong>de</strong>be a que<br />

los tratamientos y la prevención pue<strong>de</strong>n conllevar el uso <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res coercitivos<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> Estado para amenazar los <strong>de</strong>rechos humanos <strong>de</strong> personas <strong>de</strong>pendientes<br />

<strong>de</strong> <strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong> (Gostin y Mann, 1999).<br />

Ética <strong>de</strong> la experimentación en animales en<br />

la investigación neurocientífica<br />

Tradicionalmente, se ha justificado el uso <strong>de</strong> animales en la investigación biomédica<br />

mediante el argumento <strong>de</strong> que el daño inflingido a aquellos en el transcurso<br />

<strong>de</strong> la investigación es menor que las ganancias en conocimientos científicos<br />

<strong>de</strong> los humanos (y animales) (Resnik, 1998). La comunidad científica ha<br />

aceptado en general esta <strong>de</strong>fensa, aunque no ha recibido un apoyo similar por<br />

parte <strong><strong>de</strong>l</strong> público, como resultado <strong>de</strong> informes sobre ejemplos polémicos <strong>de</strong><br />

experimentación en animales en los medios <strong>de</strong> información (Brody, 1998).<br />

La investigación en animales ha proporcionado algunos beneficios invaluables<br />

para los humanos, por ejemplo, la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los mecanismos que causan<br />

las enfermeda<strong>de</strong>s y el perfeccionamiento <strong>de</strong> los tratamientos (Naquet, 1993).<br />

Aunque en algunas situaciones existen alternativas a los mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os animales, como<br />

los cultivos <strong>de</strong> tejidos y la simulación computarizada (Resnik, 1998), estos mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os<br />

no pue<strong>de</strong>n sustituir el uso <strong>de</strong> animales en las investigaciones porque no permiten<br />

mo<strong><strong>de</strong>l</strong>ar el rico entorno conductual y fisiológico <strong>de</strong> los animales vivos (Directorado<br />

<strong>de</strong> Ciencias <strong>de</strong> la Asociación <strong>de</strong> Psicología <strong>de</strong> Estados Unidos, 2001).<br />

Una crítica a la experimentación en animales es que éstos no son buenos mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os<br />

<strong>de</strong> la biología, fisiología y psicología humana (Resnik, 1998). Por ejemplo, las<br />

investigaciones han <strong>de</strong>mostrado que la organización cortical <strong><strong>de</strong>l</strong> cerebro varía <strong>de</strong> una<br />

especie a otra, y que algunos primates carecen <strong>de</strong> características que hay en los<br />

humanos (Preuss, 2000). También se ha argumentado que la psicología y la neurobiología<br />

<strong>de</strong> las farmaco<strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong>s no están bien mo<strong><strong>de</strong>l</strong>adas en animales <strong>de</strong> uso<br />

común, como ratones y ratas (Resnik, 1998), y que los mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os <strong>de</strong> primates no<br />

humanos son más <strong>de</strong>seables porque la anatomía cortical y el repertorio conductual<br />

<strong>de</strong> los primates son más semejantes a los <strong>de</strong> los humanos (Aca<strong>de</strong>mia Nacional <strong>de</strong> las<br />

Ciencias <strong>de</strong> EE.UU., 1996). Sin embargo, gran parte <strong>de</strong> los conocimientos actuales<br />

relacionados con las neurociencias <strong>de</strong> las farmaco<strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong>s proviene <strong>de</strong> experimentos<br />

en animales, utilizando varias especies distintas. Por ejemplo, en ingeniería<br />

genética se han usado ratones para i<strong>de</strong>ntificar los blancos iniciales <strong>de</strong> drogas, como<br />

el receptor canabinoi<strong>de</strong> CB1, y se han investigado las rutas bioquímicas implicadas<br />

en el metabolismo <strong>de</strong> la cocaína (Nestler, 2000). Las ratas y otras especies no primates<br />

han proporcionado buenos mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os para ciertos aspectos <strong>de</strong> la psicología y<br />

la neurobiología <strong>de</strong> las farmaco<strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong>s, reduciendo <strong>de</strong> esta manera la cantidad<br />

<strong>de</strong> primates necesarios para una investigación.<br />

Al parecer, existe un compromiso social entre quienes se oponen a la experimentación<br />

en animales y quienes la consi<strong>de</strong>ran necesaria (Varner, 1994). Las<br />

objeciones morales a la experimentación animal han incrementado la cantidad <strong>de</strong><br />

pruebas que <strong>de</strong>ben presentar los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> las investigaciones (Varner, 1994).<br />

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