27.04.2013 Views

Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas

Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas

Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

siste en la suma <strong>de</strong> recursos a que tienen acceso un grupo o un individuo mediante<br />

las relaciones sociales, familiares o institucionales (Klingemann y colab., 2001).<br />

Los recursos ambientales incluyen situación económica, apoyo social, integración<br />

social, mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os <strong>de</strong> aprendizaje y factores temporales (Schmid, 2000). Respecto a los<br />

factores temporales, es importante la edad <strong>de</strong> inicio en el uso <strong>de</strong> <strong>sustancias</strong>, así como<br />

los sucesos en la vida que pue<strong>de</strong>n caracterizarse por una mayor vulnerabilidad al uso<br />

<strong>de</strong> <strong>sustancias</strong>, como experimentar con drogas al entrar en la adolescencia, compensar<br />

factores <strong>de</strong> estrés al iniciarse en el mundo adulto profesional y afrontar la jubilación<br />

entre las eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> 55 y 65 años (véase Vogt, 2000a,b).<br />

Existen algunas evi<strong>de</strong>ncias empíricas <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>sigualdad social y las diferencias<br />

<strong>de</strong> clase se relacionan con el uso arriesgado <strong>de</strong> <strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong>, tanto lícitas<br />

como ilícitas. Por ejemplo, la disminución en el fumar en algunos países ha sido<br />

más rápida en hombres y mujeres <strong>de</strong> clases socioeconómicas más altas, y el beber<br />

muestra una relación inversa con el estado ocupacional (Marmot, 1997). En lo que<br />

se refiere a <strong>sustancias</strong> ilícitas, los estudios ecológicos <strong>de</strong>muestran que la pobreza <strong>de</strong><br />

las comunida<strong>de</strong>s en los países <strong>de</strong>sarrollados es un po<strong>de</strong>roso predictor <strong>de</strong> sobredosis<br />

fatales <strong>de</strong> drogas, <strong>de</strong> cocaína y opioi<strong>de</strong>s. Por ejemplo, en un estudio realizado en una<br />

comunidad urbana <strong>de</strong> Nueva York, 69% <strong>de</strong> la varianza en sobredosis fatales <strong>de</strong> drogas<br />

podía explicarse por la pobreza (Marzuk y colab., 1997).<br />

La pobreza también está asociada con problemas <strong>de</strong> nutrición y con una<br />

amplia gama <strong>de</strong> condiciones contextuales negativas: los individuos <strong>de</strong>snutridos<br />

son especialmente vulnerables a los efectos adversos <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>consumo</strong> <strong>de</strong> <strong>sustancias</strong><br />

lícitas e ilícitas (Charness, 1999). El estado nutricional y general <strong>de</strong> la salud<br />

cumple un papel trascen<strong>de</strong>nte; por ejemplo, la diabetes, la hipertensión y el virus<br />

<strong>de</strong> la hepatitis C incrementan la vulnerabilidad al alcohol (Regev y Jeffers, 1999;<br />

Weathermon y Crabb, 1999). Más específicamente, los conocimientos sanitarios<br />

sobre el uso <strong><strong>de</strong>l</strong> alcohol y las actitu<strong>de</strong>s contrarias al beber disminuyeron las<br />

probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong> (Epstein y colab., 1995).<br />

Los recursos personales incluyen la capacidad para lidiar con el problema, la<br />

autoeficacia, la percepción <strong>de</strong> riesgos, el optimismo, la conducta <strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong> la<br />

salud, la capacidad <strong>de</strong> resistir la presión social y tener un comportamiento orientado<br />

hacia la salud. Estos recursos interactuarían con programas comunitarios, posiblemente<br />

se amplificarían con éstos y satisfarían la necesidad <strong>de</strong> recurrir con menos<br />

frecuencia al uso <strong>de</strong> <strong>sustancias</strong>, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> proporcionar un entorno sano don<strong>de</strong> el<br />

individuo se sentiría menos presionado a usar <strong>sustancias</strong> lícitas e ilícitas.<br />

Sumario<br />

5. BASES GENÉTICAS DE LAS FARMACODEPENDENCIAS<br />

Los estudios <strong>de</strong> familias, gemelos y adopción proporcionan sólidas evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong><br />

una contribución genética significativa, aunque no exclusiva, al <strong>de</strong>sarrollo <strong><strong>de</strong>l</strong> uso<br />

y la <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong> <strong>de</strong> <strong>sustancias</strong>. Los factores ambientales, así como las experiencias<br />

específicas individuales, son también <strong>de</strong> la mayor importancia. Los estudios<br />

<strong>de</strong> familias y adopción que se han enfocado hacia el riesgo general <strong><strong>de</strong>l</strong> uso <strong>de</strong> <strong>sustancias</strong><br />

<strong>de</strong>muestran que las farmaco<strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong>s son una característica familiar,<br />

que pue<strong>de</strong> atribuirse al entorno común o a los genes comunes. Los estudios en<br />

151

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!