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Los niños de seis a once años ya son capaces de mantener conversaciones con niños y adultos, lo que les
permite entablar relaciones de amistad y pertenecer a un grupo, donde aprenden a cooperar, resolver
conflictos y respetar las normas y valores.
Para los adolescentes, la relación con sus iguales se vuelve lo más importante y la escuela es el lugar principal
de convivencia, pues sus amigos y compañeros son las personas más significativas. En esta etapa ya
distinguen el bien del mal, saben lo que es correcto e incorrecto aunque piensan que las reglas son algo
que pueden alterar o modificar. Tienen respeto por sus amigos y se reduce para los adultos.
¿Cómo establezco en mi familia una convivencia basada en normas y valores sociales?
Usted puede ayudar a hijo a convivir de manera armónica con los demás al establecer en su hogar una
convivencia basada en valores y normas.
Menor de tres
Tres a seis
Acepte y respete que las personas, incluyendo a su familia, pueden tener distintas formas de ser, pensar gustos, preferencias
y habilidades.
Si su hija es menor de tres años, dese cuenta de qué le
gusta jugar, comer, escuchar, con qué se divierte o se
molesta, así como las cosas que puede hacer y las que
no: puede preferir más un objeto que el juguete que le
acaba de regalar su tía; muestre interés en lo que hace y
busque otro momento para dárselo.
Observe y acepte los intereses, gustos, preferencias y
habilidades de su hijo aunque sean diferentes a los de su
hermano o a los de usted: quizás le gusta correr, trepar en
todo, vestirse de negro, etc., y a su hermano no.
Establezca acuerdos para su hogar con la participación de toda la familia.
Considere las preferencias y gustos de su hija al
establecer acuerdos en su familia. Señale y dígale
claramente lo que sí puede hacer y lo que no: por
ejemplo: no puedes correr dentro de la casa, pero si
puedes hacerlo afuera.
Al hacer acuerdos en la familia, invite a su hijo a
participar: “No hagamos ruido mientras Juan estudia”.
Asegúrese de definir reglas claras que puedan realizar
y recordar: no gritar, no escuchar música, salir a jugar,
entre otros.
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