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2. Date unos minutos para recordar algunos de los primeros cambios que sufrió tu cuerpo al iniciar
la adolescencia y contesta: ¿qué cambios en mi cuerpo recuerdo?, ¿cómo me sentía ante
esos cambios?, y ¿qué hice para adaptarme a mi nuevo cuerpo?
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Lo que sentiste al vivir un cambio importante en tu vida o al iniciar la adolescencia tal vez coincide
con lo que llegan a sentir los padres, las madres y sus hijos cuando viven acontecimientos
inesperados o cambios para los cuales no están preparados.
Las acciones que tomaste para adaptarte a los cambios sin duda serán diferentes, ya que dependen
de la experiencia de cada persona y su conocimiento de las cosas y de la compañía o
ayuda que reciban de otros.
3. Busca un lugar cómodo, cierra tus ojos y, mientras escuchas algunos sonidos del campo o
música suave, piensa en ti y en tus amigos siendo adolescentes. Identifica cómo algunas de
sus decisiones o acciones de ese momento afectaron su vida actual y contesta: ¿qué acciones
o decisiones de los jóvenes puede influir de manera positiva o negativa en su vida futura?, y
¿cómo pueden evitar las consecuencias negativas?
4. Por último, menciona algunas metas que deseaste alcanzar desde niño o adolescente y las
razones o dificultades para no haberlas cumplido. Si has podido lograr tus metas, entonces
escribe lo que hiciste: “Mis metas o expectativas como niño o adolescente eran…”, “Lo que me
dificultó cumplirlas fue…”, “Lo que me permitió alcanzarlas es…”.
Si reflexionas sobre tus transiciones, entenderás los sentimientos de las familias y los niños al respecto,
así como lo que necesitan para adaptarse a la secundaria y a los cambios de la adolescencia; transiciones
que se dan casi en paralelo. La reflexión también te permitirá reconocer algunas acciones y decisiones que
favorecen o ponen en riesgo la vida futura de los niños; por ejemplo, un embarazo adolescente podría
truncar sus planes de continuar estudiando. Si tienes en mente estas reflexiones y las compartes con las
familias, en conjunto podrán orientar a los niños para que identifiquen metas y deseos relacionados con
su vida futura, es decir, que piensen en su proyecto de vida.
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