27.11.2014 Views

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

DIARIO DE JORGE FOX 249<br />

podéis tirar vuestra forma de una vez." Dije al jurado que su<br />

decisión caería sobre sus conciencias y que de ella tendrían que<br />

responder, ante el juicio de Dios. Volvió el juez a hablar al<br />

jurado y yo le grité "Hazme justicia." El jurado, me declaró<br />

culpable. Y les dije, que, tanto ellos como los magistrados, eran<br />

perjuros y que por consiguiente no tenían mucho de que reír,<br />

como antes lo habían hecho. Me pusieron a un lado y llamaron a<br />

Margarita Fell, que les había prestado muy buenos servicios; y se<br />

levantó la sesión cerca de la hora de las dos.<br />

Por la tarde, me volvieron a llevar para que oyese mi sentencia;<br />

cuya lectura, Margarita Fell, quería que se dejase para la mañana<br />

siguiente. Yo sólo quería que se cumpliese la ley y se hiciese<br />

justicia; pues ya que hasta para los delincuentes había<br />

misericordia, únicamente quería que el juez mandase a alguien a<br />

ver mi celda, que era tan mala, que de seguro no querrían meter<br />

en ella a ningún ser humano; y le dije que el coronel Kirkby, que<br />

en aquel momento estaba sentado en el tribunal, había dado orden<br />

de que me tuviesen encerrado sin dejar que ningún ser viviente<br />

se me acercase. El juez se encogió de hombros y dijo que,<br />

cuando se hubiera pronunciado la sentencia, me dejaría a la<br />

merced del carcelero. Estaban allí la mayoría de los caballeros<br />

de la región, que habían ido para oír la sentencia; y corría el<br />

rumor de que sería deportado. Mas aquella vez, quedaron<br />

chasqueados, porque, difiriéndose la lectura de la sentencia para la<br />

mañana siguiente, me volvieron a llevar a la prisión. En vista de<br />

las quejas que había dado, del estado en que se hallaba mi celda,<br />

fueron a verla unos magistrados con el coronel Kirkby; pero cuando<br />

llegaron apenas si se atrevieron a entrar, de tan mal como estaba el<br />

piso, que hasta era peligroso, y de tan expuesta como estaba a la<br />

lluvia y al viento. Uno, de los que fueron a verla, dijo, "Ciertamente,<br />

es esta una casa para animales," y cuando el coronel<br />

Kirkby la vio y oyó lo que dijeron los demás, excusó lo sucedido,<br />

lo mejor que pudo, diciendo que me sacarían de allí lo antes<br />

posible para llevarme a otro lugar conveniente.<br />

Al día siguiente, hacia la hora de las once, me volvieron a<br />

llamar para que fuese a oír la sentencia. Margarita Fell, que<br />

había sido antes llamada a la barra, tuvo abogado que la defendiera,<br />

el cual encontró muchos errores importantes en la<br />

acusación; por donde, luego que el juez los vio, le dijeron<br />

que se retirase a un lado. Después el juez les preguntó que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!