27.11.2014 Views

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

DIARIO DE JORGE FOX 273<br />

deparado un camino la providencia; pues el guardián estaba<br />

dispuesto a pararnos. Pero como inmediatamente delante de<br />

nosotros iba un hombre cabalgando, lo interrogó primero, y al<br />

saber que era un juez de paz lo dejaron pasar, pasando también<br />

nosotros cabalgando detrás de él.<br />

De este lugar fuimos a casa de Tomás Taylor, que había sido<br />

capitán, y allí celebramos una bellísima reunión. Muy cerca<br />

de la casa de Tomás Taylor, vivía un caballero, que había<br />

tenido gran disgusto cuando le dijeron que era casi seguro de<br />

que me iban a poner en libertad; y amenazó que si el rey hacía<br />

tal cosa, al día siguiente, él mismo me volvería a mandar a la<br />

prisión. Mas a pesar de estar tan cerca de su casa, el poder<br />

del Señor impidió que se metiera conmigo y nuestra reunión se<br />

celebró en toda calma. También el coronel Kirkby, que había<br />

sido el principal causante de mi encarcelamiento en Lancaster<br />

y en el castillo de Scarborough, cuando oyó que me habían<br />

puesto en libertad se procuró otra orden para prenderme, y<br />

dijo que cabalgaría cuarenta millas para alcanzarme y que<br />

daría cuarenta libras al que me prendiese. Sin embargo, poco<br />

después, estuve tan cerca de él, que celebré una reunión<br />

a menos de dos millas de su casa; pero entonces estaba él enfermo,<br />

guardando cama a causa de un ataque de gota, tan mal,<br />

que creían que se moría.<br />

De casa de Tomás Taylor, fui, visitando a los Amigos, hasta<br />

llegar a Synderhill Green, donde celebré una gran reunión general.<br />

El sacerdote del lugar, al saberlo, mandó al condestable a<br />

que fuese a pedir a los magistrados un decreto; y cabalgaron a<br />

tal galope que poco faltó para que no reventasen los caballos.<br />

Pero como el mensaje que llevaban era corto y largo el camino<br />

a recorrer, antes de que estuvieran de vuelta se había terminado<br />

la reunión. Nada supe de esto hasta que, cuando me disponía a<br />

salir, terminada la reunión, vino un Amigo a decirme que estaban<br />

registrando otra casa en busca mía; que era a donde en aquel<br />

momento me encaminaba, y, pasando por los cercados en<br />

dirección a ella, me encontré con los condestables, guardianes y<br />

el escribano del magistrado que de allí venían y, cruzándome con<br />

ellos, me miraron siguiendo yo camino de la casa que acababan<br />

de registrar. Así fue como el diablo y el sacerdote fracasaron en<br />

sus designios, encadenados por el poder del Señor que me salvó<br />

de sus manos. Y los Amigos separándose también se les

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!